En los últimos cinco años (septiembre 2020 a septiembre 2025) la deuda del sector público consolidado se ha incrementado en US$21,980.2 millones, para un promedio anual de US$4,396 millones, indican cifras oficiales.
Este incremento de un 42.3% en la deuda del Estado, coloca a la gestión del presidente Luis Abinader como el que más ha endeudado el país, aunque la proporción de esos compromisos con el producto interno bruto (PIB) es relativamente menor.
De acuerdo con un informe de la Dirección General de Crédito Público (DGCP), durante la gestión del presidente Abinader, la deuda del sector público no financiero (SPNF) pasó de US$43,091.1 millones a US$60,361.9 millones, para un incremento absoluto de US$17,270.8 millones; esto es, un promedio de US$3,454.1 millones cada año.
En tanto que, la deuda del sector público financiero, es decir, la del Banco Central, pasó de US$11,124.3 millones en septiembre de 2020 a US$15,696.1 millones al cierre del tercer trimestre de este año, lo cual implica un aumento de US$4,571.8 millones, a razón de US$914.3 millones cada año.
Comparación con el PIB
Si bien la deuda del sector público consolidado se ha incrementado en un 42.3%, las autoridades del equipo económico destacan que el monto no es exagerado si se compra con el PIB.
Esto así, porque el valor nominal del PIB crece cada año a una velocidad mayor que la deuda pública. Por eso, para septiembre de 2020 la deuda tenía un equivalente de 66.2% del PIB, mientras que, a este año, aunque más elevada en términos absolutos, ha bajado a 57.6% del PIB en términos relativos.
El problema para el Gobierno está en que el PIB local tiene una ponderación de 54% de informalidad, es decir, generación de riquezas que no necesariamente aporta al fisco en pago de impuestos.
Entonces, a la hora de pagar el servicio de la deuda, es decir, capital e intereses, los recursos necesarios provienen de la proporción del PIB que paga impuestos, no así de la totalidad del producto.













