El empresario y productor artístico Luis Medrano exhortó al Gobierno dominicano a amparar bajo “proyectos de auxilio solidarios” a todos los que conforman la industria del espectáculo, tomando en cuenta que la pandemia del covid-19 impide el trabajo de los artistas.
“No puede ni debe echar al olvido a los valores vernáculos, a los exponentes de la plataforma de la identidad nacional, que es la razón de ser de cada país (…) esos que sobreviven en el día a día tienen que ser tomados en cuenta con urgencia”, dijo.
Medrano propuso establecer una “nómina colectiva” que permita comprar los productos básicos al artista que de repente se acaba de quedar sin trabajo y sin los alimentos básicos para su familia.
Consideró que profesionales como los músicos, bailarines, técnicos de tarima y quienes conforman grupos musicales y orquestas podrían beneficiarse de la medida.
Solicitó que el Ministerio de Cultura ampare a aquellos actores y actrices que laboran para la institución.
Sugirió que a través de Banca Solidaria los compositores, músicos y comunicadores tengan facilidades de préstamos que luego puedan pagar con presentaciones artísticas a favor del Estado, “que liberen de lo prestado al empleador”.
Ponderó que, en lo que respecta a los compositores, la sociedad que los agrupa podría responsabilizarse de garantizar el pago de las facilidades otorgadas por la entidad.
“Es el momento de la solidaridad”
Medrano hizo un llamado a los artistas y a todos los que conforman la industria del espectáculo, a solidarizarse con los más desfavorecidos y a utilizar el entretenimiento para llevar esperanza.
“Es tiempo de poner el ego en el armario, y comenzar a ser protagonistas de la esperanza y la fe que muchas personas esperan que se conviertan en realidad”, reflexionó.
Recomendó canalizar la crisis generada por la pandemia como una oportunidad para unificar el sector, así como reinventar el negocio para un público que, luego de dejar atrás las consecuencias provocadas por el covid-19, habrá cambiado su mentalidad y sus preferencias.
“(La industria) seguirá siendo de boletas, de tragos, de modas (…) pero con un público más pensante y mucho más austero, muy exigente, que saldrá a buscar una oferta realmente impresionante, que se renueva”, dijo.