Uno de los retos actuales más importantes para los países de América Latina es encontrar la forma de retomar las actividades sociales, económicas y productivas en forma segura y sostenible.
En este sentido, expertos de diversas disciplinas coincidieron en destacar el rol que tienen las pruebas de diagnóstico como una herramienta para diseñar estrategias acordes a cada situación.
“El papel de las pruebas de diagnóstico en el manejo de la pandemia en las fases actuales donde la sociedad exige la reactivación económica, pero en un entorno sanitario seguro, es vital”, declaró el doctor Klever Sáenz, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Patología Clínica y coordinador del Postgrado de Patología Clínica de la Universidad Central del Ecuador.
Explicó la importancia de ese tipo de pruebas, las cuales permitirán establecer el grado de población inmunizada, así como la detección de casos en población seronegativa de retorno laboral (grupos de población cautiva), refiriéndose a la pronta identificación y aislamiento de casos entre los no inmunizados que vuelven al trabajo.
Luego de evaluar desde diferentes perspectivas la evolución del covid-19 durante un ciclo de debate de ideas, especialistas coincidieron en que conocer la seroprevalencia, es decir, cuántas personas se han infectado, es fundamental para tomar decisiones en el manejo de la pandemia y crear una estrategia para contener la propagación.
Para ello, mientras mayor es la disponibilidad de pruebas diagnósticas, más efectiva es la búsqueda activa para la detección temprana de casos y contactos, menor es la brecha entre casos reportados e infectados totales y por lo tanto mejor es el conocimiento epidemiológico para la toma de decisiones, aseveró el doctor Adolfo Rubinstein, director del Centro de Implementación e Innovación en Políticas de Salud (CIIPS), del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) y, además, exministro de salud de Argentina.
En el evento, organizado por Roche América Latina con el nombre “Múltiples miradas rumbo a una nueva normalidad: Presente y futuro en soluciones diagnósticas para apoyar la gestión de la pandemia en América Latina”, participaron profesionales de diversas disciplinas, quienes brindaron sus visiones sobre el manejo de los pacientes, la nueva normalidad, la vuelta al trabajo y otras actividades y cómo será el futuro para la región.
Partiendo de la importancia de las pruebas, Adriana Rubio, Head para Roche Diagnóstica América Latina, comentó que “las pruebas confiables y de alta calidad son esenciales para apoyar a los sistemas de salud a superar esta pandemia, escoger las pruebas disponibles con la más alta especificidad respaldada por evidencia de organismos internacionales.
Los expertos coincidieron en que la combinación de pruebas moleculares y serológicas, más la evaluación clínica y la epidemiología, permiten realizar mejores diagnósticos y optimizar el uso de recursos.
En República Dominicana se realizaron 3,867 pruebas PCR en 24 horas, para un acumulado de 244,643 desde que se registró, en marzo, el primer caso de covid-19 en el país, según el Ministerio de Salud Pública. El total de contagios asciende a 64,156 y las muertes a 1,083.
Qué pruebas utilizar y cuándo
Con respecto a qué pruebas se deben utilizar, si las de PCR o de anticuerpos, lo que se ha dado a conocer por los especialistas, durante el ciclo, es que la mejor prueba es aquella que es capaz de complementarse con otra.
Sostuvieron que las pruebas diagnósticas se deben elegir según el momento clínico y según el momento epidemiológico de la enfermedad.
Mientras que las pruebas de anticuerpos (denominadas serológicas porque se realizan de una muestra de sangre), pueden emplearse en diversos algoritmos de testeo en función de la fase de la pandemia, la capacidad instalada y los recursos disponibles de cada país.
El uso de las pruebas serológicas incluye desde el diagnóstico de pacientes varios días después de la aparición de síntomas, hasta el monitoreo de trabajadores esenciales y estudios de seroprevalencia, plantearon los médicos.
En ese sentido, el doctor Sáenz señaló, que “la georreferenciación de zonas de alta circulación del virus, estimada desde la seroprevalencia, podría establecer un marco inicial para la focalización de los recursos y las políticas públicas sanitarias”.