Entendiblemente, es difícil encontrar noticias alentadoras en estos tiempos inciertos. Por supuesto, existen factores macroeconómicos a nivel interno que si podemos controlar. Por otro lado, hay acontecimientos exógenos que podrían incidir de forma positiva o negativa en República Dominicana. El actual debilitamiento del dólar estadounidense favorece tanto a la economía dominicana como al comercio internacional.
El billete verde lleva aproximadamente cinco meses con tendencia bajista frente a una cesta de divisas a nivel mundial. En concreto, el Índice Dólar (DXY) ha caído aproximadamente un 10% desde su punto más alto en marzo del presente año hasta la fecha. La devaluación del dólar se debe primordialmente a las agresivas políticas de estímulo monetario y fiscal por parte de las autoridades estadounidenses. Y las tensiones geopolíticas entre la primera potencia económica del mundo y China tampoco han ayudado.
El abaratamiento del dólar es una buena noticia para los mercados en vías de desarrollo, como es el caso de República Dominicana. Primeramente, el pago del servicio de la deuda le saldrá más económico al gobierno dominicano.
La tendencia bajista del USD también provoca fugas de capitales desde EE.UU hacia mercados emergentes, donde los inversionistas obtienen mayores ganancias por sus inversiones. Si la pandemia lo permite, podría haber un incremento en la actividad comercial a nivel mundial, debido a la correlación inversa entre el dólar y las materias primas. La revalorización en torno al 30% de la onza troy de oro en lo que va de año, es un claro ejemplo de la relación opuesta entre la cotización del dólar y los precios de los metales preciosos.
Evidentemente, el precio del oro también ha subido por su rol como activo refugio. Además, la depreciación del dólar podría acelerar la recuperación económica a nivel global. Es decir, el debilitamiento del dólar crea un círculo virtuoso, ya que suben las exportaciones americanas, aumentan las importaciones de países en vías de desarrollo e incrementa la demanda para la fabricación de bienes y servicios.
El precio de venta del dólar en República Dominicana se ha mantenido básicamente inamovible durante hace ya más de un mes. La relativa estabilidad cambiaria a nivel local se debe principalmente al sobreabastecimiento de divisas de las empresas ante la incertidumbre de la pandemia y a la caída de la demanda a nivel interno. Las intervenciones oportunas del BCRD también han facilitado la disponibilidad de divisas. Actualmente, hay varios factores que ubican a República Dominicana en una situación favorable en cuanto al flujo de dólares.
Las remesas recibidas en RD (abril-julio 2020) incrementaron un 10.4% comparado al mismo período del año anterior. El aumento de las exportaciones de oro, y los bajos precios del petróleo, comparado a años anteriores, también contribuyen a un mayor flujo de divisas en el país.