Las remesas familiares enviadas a Guatemala registraron cifras históricas en julio y agosto, con US$2,128 millones remitidos en total del exterior, según datos del Banco de Guatemala (central).
El ingreso de divisas por remesas familiares, que comenzó a recuperarse en mayo tras las caídas consecutivas de febrero, marzo y abril por la pandemia, alcanzó sus máximos históricos en julio y agosto.
De acuerdo con cifras oficiales, en julio fueron enviados US$1,078 millones (8,085 millones de quetzales) y en agosto el país recibió otros US$1,050 millones (7,875 millones de quetzales).
Guatemala no había superado la barrera de los US$1,000 millones de remesas en un solo mes.
En lo que va del año, entre enero y agosto, los guatemaltecos en el exterior, en su mayoría migrantes que viven en Estados Unidos, han enviado al país centroamericano US$7,009 millones (casi 54,000 millones de quetzales), una cifra superior -pese a la debacle de los meses pasados por la pandemia- a los US$6,850 millones remitidos en el mismo período de 2019.
La Cancillería guatemalteca calcula que poco más de tres millones de guatemaltecos viven en EE. UU., la mayoría de ellos como inmigrantes indocumentados.
Según el Banco de Guatemala, la economía del país sufrirá “una caída de 2.5% en 2020”, pero se recuperaría en 2021 con un “crecimiento de 3.0%”, muy cerca del promedio para Guatemala en la última década.
Originalmente, antes de la pandemia, las proyecciones de crecimiento para el país en 2020 variaban del 3.6% en su peor escenario al 4.1% en el mejor de los casos, según la banca estatal.
Durante 2019, las remesas familiares ascendieron a US$10,503 millones. La cifra representa casi la misma cantidad de dinero que ingresó a Guatemala por sus exportaciones el año anterior, con base en estadísticas oficiales, y además sirve para sostener económicamente a seis millones de personas.
En Guatemala, uno de cada dos niños sufren de desnutrición y el 59% de los 16 millones de habitantes vive bajo el umbral de la pobreza.