El ingeniero geólogo Osiris De León aseguró este lunes que la construcción del Aeropuerto Internacional de Bávaro no representa peligro para las aguas subterráneas de Punta Cana, considerando que aquellos que así lo afirman lo hacen sin partir de medición o modelación hidrogeológica.
El experto sostuvo que todo aeropuerto necesita un promedio de 10 galones de agua por pasajero y que, si la nueva infraestructura en Bávaro proyecta mover 2.5 millones de pasajeros al año, necesitará unos 25 millones de galones anuales, “equivalentes a la misma cantidad del líquido que consume un hotel de 300 habitaciones”.
El volumen de agua que demandaría el Aeropuerto Internacional de Bávaro
apenas representa, según el geólogo, el 0.6% del agua que consumen las 50,000 habitaciones de la hotelería de Punta Cana-Bávaro-Macao.
“Todo el que sabe de caudales y de aguas subterráneas sabe bien que en esa caliza, ese caudal lo aporta un pequeño pozo de 150 galones por minuto, operado durante ocho horas diarias”, afirmó De León en un análisis realizado recientemente.
“Si se plantea que no se puede hacer un nuevo pozo para un nuevo aeropuerto que allí se construiría, entonces, ¿por qué se plantean 50 nuevos pozos para la hotelería?”, manifestó.
Para el especialista, el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indhri) y el Ministerio de Turismo (Mitur) deben analizar todos los pozos existentes en Punta Cana-Bávaro-Macao con estricto científico hidrogeológico y con mediciones hidroquímicas de cloruros.
Se trata, según explicó, “del viejo y grave problema de salinización por sobreexplotación del acuífero de la planicie Costera Oriental”, por lo cual se deben cerrar todos los pozos ya salinizados y dejar operando sólo aquellos pozos que tengan menos de 250 partes por millón (ppm) de cloruros.
Indicó que el problema de las aguas en la zona turística es conocido desde 1983, y está publicado en los 14 volúmenes del Plan Nacional de Investigación, Aprovechamiento y Control de Aguas Subterráneas (Planiacas), en dos libros de la Red de Academias de Ciencias del Continente Americano (Ianas, siglas en inglés), y en múltiples artículos de prensa.
En ese contexto, estimó que lo correcto hubiese sido “seleccionar y estudiar un sitio adecuado para construir una represa que pueda garantizar suficiente agua superficial para la creciente hotelería de Punta Cana-Bávaro-Macao, hotelería que todos debemos apoyar por ser la principal industria nacional”.