Santo Domingo.- El apagón general (blackout) que afectó a la República Dominicana en la noche del sábado 16 y la madrugada y mañana del domingo 17 puso en evidencia la fragilidad del sistema energético nacional interconectado.
La confusión fue generalizada, y de acuerdo con los reportes que hacían las distribuidoras Edenorte, Edesur y EdeEste a través de sus cuentas de Twitter, era notorio que no se tenía conocimiento pleno de la situación o no se quería decir la verdad a los ciudadanos.
Una de las versiones más socorridas fue la supuesta falla en la empresa de generación EHE-Haina, pero en la mañana del domingo, se aseguraron de aclarar que no había ocurrido ninguna anomalía, sin decir específicamente qué fue lo que pasó o de dónde provino el problema.
Finalmente, el vicepresidente ejecutivo de la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), Rubén Bichara, informó el domingo que el blackout se debió a una explosión en la subestación de la generadora Itabo, que está ubicada en el municipio de Haina.
La explosión habría causado la salida obligada de las unidades de esa empresa y de inmediato fueron saliendo del sistema las demás plantas del sistema interconectado, lo que provocó el apagó general.
El problema se presentó a las 10:03 de la noche del sábado, pero desde el jueves el servicio eléctrico venía presentado constantes fallas con prolongados apagones en zonas 24 horas de Santo Domingo, tanto en áreas de Edesur como de EdeEste.
Con más de 12 horas corridas de apagón en todo el país, los residentes de zonas residenciales de clase media alta y alta también sufrieron la interrupción, pues hubo un momento en que los inversiones se descargaron y en que las plantas de emergencia debieron ser apagadas, por la prolongación del blackout.
El titular de la CDEEE, dijo que al mediodía del domingo ya se había repuesto el 84% del servicio y que solo quedaban sin energía las zonas que por progamación llevan varias horas al día de interrupciones.
Con esta experiencia, se demostró que las empresas del sector energético, aunque propiedad del Estado, actúan de forma tan independiente una de la otra, que nisiquiera podrían ofrecer inforamaciones coherentes sobre lo que estaba pasando, mientras el país permanecía apagado.
En las redes sociales se expresaban muchos ciudadanos que se preguntaban cuánto le habría costado al país este prolongado apagón general si se produjera en días y horas laborales y no en la noche y madrugada de un fin de semana.