[dropcap]M[/dropcap]aribel Pacheco tomó como zapata para su emprendimiento la habilidad que tiene su madre, doña Paquita, de preparar galletas de sabores diferentes con ingredientes diversos. Descubrió que podía comprar latas localmente. Designó a su hija para que diseñara las etiquetas y de esa manera iniciaron lo que hoy es un negocio familiar: “Dar Lata Galletas”.
Pero la historia de Maribel no queda aquí. El auge que ha tenido su negocio ha hecho que su hija se decidiera por especializarse en el área de repostería para diversificar la gama de productos del negocio familiar.
“La demanda por temporadas especiales como San Valentín, Día de las Madres, Día de los Padres, Día de la Secretaria, Navidad, regalos para maestros, es tan grande que en ocasiones hemos tenido que parar de tomar pedidos. Hemos invertido en utensilios y electrodomésticos industriales para aumentar la capacidad de producción y todo esto ha ocurrido después que empezamos a participar en El Mercadito de los sábados en Ágora Mall”, cuenta Pacheco.

Así como Dar Latas Galletas hay 500 historias más que son contadas cada sábado en esta iniciativa de Ágora Mall. Hombres y mujeres que por circunstancias diferentes de la vida se quedaron solo con sus ideas, ingenio y pusieron manos a la obra para materializar proyectos con los cuales hoy en día sustentan a sus familias.
Desafío
Para Jacqueline Adames ser parte de El Mercadito se constituyó en un desafío creativo, pues estaba acostumbrada a hacer sus pinturas en materiales dóciles que se rompían con facilidad.
“El Mercadito de Ágora nos expone de manera directa con los consumidores y nos permite tener una retroalimentación inmediata de lo que quiere el consumidor. En mi caso muchas de mis piezas son compradas como suvenir por turistas y dominicanos que viven en el exterior. Eso me llevó a empezar a trabajar en diferentes tipo de madera y asegurarle al cliente que su obsequio llegará intacto a su destino”, afirma la artesana.
Detrás de cada uno de estos microempresarios se esconde una historia de superación. “Hacer artesanía con objetos reciclados es una forma de crear consciencia sobre la necesidad de proteger el medio ambiente”, expresa Daisy David, artesana que crea artículos con materiales rehusados.
También hay productores que iniciaron con una mesa en el Mercadito y que hoy tiene un local fijo dentro del centro comercial, como es el caso de Café Monte Alto y Pop Chef.
Los logros de este espacio son muchos. Algunos artesanos consideraban esto como un pasatiempo y ya es un negocio con posibilidad de crecimiento real. Oficios que pasaron de ser algo eventual a convertirse en el sustento de trabajo de sus familias.
“Con nuestras manos tal vez no podamos hacer grandes cosas para cambiar el mundo, pero si pequeñas cosas para cambiar nuestro entorno”, afirma con certeza Margarita Medina, otra de las protagonistas de estas historias.
De esta manera lo que se inició en octubre de 2012 como un piloto con la participación de 25 a micro, pequeños y medianos empresarios y artesanos de diferentes provincias el país, hoy se ha convertido en la principal plaza comercial para las Pymes, poniendo a su disposición los 30,000 visitantes promedios que recibe la plaza diariamente.
Feria emprendedora
El objetivo era instituir de manera permanente la primera feria microempresaria del país ofreciendo un espacio para pequeños productores, permitiéndoles traer, sin necesidad de intermediario, sus productos y ponerlos en contacto con los consumidores con la salvedad de que no tiene que pagar ni un solo centavo por el espacio que ocupan en este centro comercial.
En la actualidad El Mercadito de Agora Mall cuenta con una base de datos de más de 500 proveedores rurales procedente de Santo Domingo, Santiago, Puerto Plata, San Francisco de Macorís, Jarabacoa, Barahona, El Seibo, Higüey y Miches.
Se segmentan los emprendedores en grupos por categoría de producto para darle participación a cada uno y que esté presente un sábado de cada mes. El promedio de ventas cada sábado para estos proveedores es de RD$6,000 a RD$10,000.
Las categorías de productos que participan son alimentos y bebidas, artesanías, artes plásticas, entre otra diversidad de productos de decoración y otros.