El secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), Ángel Gurría, avisó este jueves de que con la segunda ola epidémica que se está viviendo en muchos países, la recuperación económica global en 2021 podría ser finalmente inferior al 5% que se había calculado en septiembre.
“Quizás habrá un menor rebote” por el “nuevo coletazo” de la covid, indicó en una entrevista a Efe Gurría, en referencia a una revisión a la baja de las previsiones que la OCDE publicará el próximo 1 de diciembre.
Teniendo en cuenta lo avanzado que está este año, no cree que haya cambios significativos en sus predicciones de 2020, para el que se había calculado en septiembre un retroceso del 4.5% del producto interior bruto (PIB).
Sin embargo, las restricciones que se están aplicando para contener la escalada del coronavirus van a provocar un menor impulso económico a comienzos de 2021 que afectará al ritmo de recuperación. Y eso teniendo en cuenta que con las noticias de las vacunas “hay un cambio de ambiente” para mejor.
Preguntado sobre si en Europa van a volver a ser los países que más sufrieron económicamente en la primera ola, como España, Reino Unido y Francia, los que más se van a resentir en la segunda, hizo notar que allí, de la misma forma que “la caída fue muy fuerte, la expectativa de recuperación era más fuerte” para 2021.
El problema -añadió- es que con la situación actual “se está aplanando la expectativa de crecimiento”.
Gurría explicó que este año el comercio mundial sufrirá un hundimiento de entre el 10 y el 15%, también caerán las inversiones “que significan el crecimiento de mañana”.
Eso afecta de forma particular a los países en desarrollo, donde además aplicar el confinamiento es más complicado para una parte importante de la población -como los trabajadores informales- ya que “sus alternativas son el virus o el hambre”.
Por eso dijo que “no descartaría que la expectativa del mundo en desarrollo se vea ahora más débil”, entre otras cosas porque no disponen de instituciones tan poderosas como la Comisión Europea, el Banco Central Europeo que pueden contrarrestar los efectos del mercado.
Gurría reiteró su mensaje en dirección de los países, sobre todo europeos, que preparan impuestos nacionales a los grandes grupos digitales para que esperen a una solución internacional que se está negociando entre 137 países en el marco de la OCDE.
“Por qué vamos a generar una guerra comercial si ya sabemos las consecuencias”, advirtió después de recordar que cuando Francia había adoptado su propia tasa digital, con efectos retroactivos para principios de año, Estados Unidos había considerado que era un agravio comparativo contra sus empresas y estuvo a punto de activar un dispositivo arancelario.
Se evitó porque Francia decidió suspender la aplicación de ese impuesto en espera de un compromiso en la OCDE. Pero después de que se pospusiera el objetivo de ese compromiso de finales de 2020 al primer semestre de 2021, al igual que otros países europeos como España o Reino Unido, ha decidido reactivarlo y relanzar un proyecto de tasa en la UE.
Gurría, que finaliza su tercer y último mandato de cinco años al frente de la OCDE en junio del año próximo, reveló que para cuando eso llegue le han hecho propuestas para ser miembro de consejos de administración de empresas, para trabajar en fundaciones o para “volver al servicio multilateral en alguna organización”.
“Hace 15 años que no buscaba trabajo”, comentó con ironía, antes de insistir en que lo importante por ahora es que haya “un proceso fluido para encontrar al sucesor” entre los diez candidatos que han sido designados, y que el nuevo secretario general “sea electo por méritos”.