Esta demás mencionar el efecto que ha dejado la pandemia del covid-19 en todo el Caribe y Latinoamérica (LAC), siendo el mismo algo que perdurara durante mucho, pero mientras antes se activen los motores que puedan empujar una recuperación económica, mayores son las posibilidades de progresar y superar.
Debemos contemplar que el Caribe y Latinoamérica es una región con más de 11 millones de personas contagiadas y más de 400,000 muertes. Dicho esto, las proyecciones del PIB apuntan a nivel regional a una caída histórica que superaría el 9%.
Con incertidumbre y una tasa de desempleo que, solamente en el primer trimestre del año había aumentado un 11.4% (OIT, Organización Internacional del Trabajo), la pregunta básica en muchos de los países de la región es, ¿cómo empezar a reconstruir cuando hay mucha deuda pública?
A pesar de todo esto, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL, proponen cambios que pueden hacer de esta reconstrucción económica una realidad. Estas son las siguientes:
- Revolución digital: Una realidad a nivel mundial es que con la pandemia la digitalización de los países dejó en evidencia que la conectividad es imprescindible para el trabajo, la educación, la salud y el comercio.
En términos proporcionales, Europa y Estados Unidos cuentan con el 40% de empleados trabajando remotamente, mientras que en nuestra región apenas estamos alcanzando un 21.3%. En cuanto a educación, a pesar de los esfuerzos de los gobiernos, casi la mitad de los niños de entre 5 y 12 años, viven en hogares que no están conectados a internet.
Mientras que el 70% de los países pertenecientes a la OCDE utilizan el internet en su cadena de aprovisionamiento, nuestra región cifra de un 37% apenas. Por esto hay que apurar el desarrollo de la industria tecnológica y digital, especialmente formando a la fuerza laboral con las nuevas habilidades que requiere el mismo desarrollo económico. - Electromovilidad urbana: La descarbonización del sector tratado en la región pudiera generar alrededor de 4 millones de nuevos empleos en actividades de operación y mantenimiento de vehículos pesados, y alrededor de 1,5 millones en vehículos livianos.
- Industria manufacturera de la salud: La fabricación de dispositivos y equipos médicos, y la industria vinculada a la investigación y desarrollo, suelen generar empleos de calidad que facilitan el progreso técnico y que impulsan el desarrollo de los países. Si la región oferta alternativas de producción, las empresas internacionales que se dedican a lo tratado, pudieran contar con nuevos mercados donde fabricar sus productos.
- Economía circular: Dicha economía busca reutilizar y reciclar los productos de las industrias en vez de desecharlos. La CEPAL ve una gran oportunidad para que la región apueste por un crecimiento desarrollando negocios en áreas como la gestión de residuos sólidos domiciliarios, orgánicos, plásticos, entre otras industrias.
El futuro económico de la región dependerá de factores como la evolución de la pandemia, el ritmo de la recuperación global, los precios o mercados de las materias primas y el financiamiento que los organismos internacionales puedan utilizar para apoyar el crecimiento, salvo la voluntad política de todos los gobiernos, que por cierto, es un circuito complicado e impredecible.