La Autoridad Monetaria, es decir, el máximo organismo del Banco Central, redujo en 150 puntos básicos a la tasa de política monetaria (TPM) entre marzo y septiembre del año pasado como una forma de otorgar liquidez a los sectores productivos, a fin de dinamizar la economía, la cual se enfrentaría a un cierre producto de la pandemia provocada por el coronavirus.
Todo indica que las medidas ayudaron a mitigar el impacto del covid-19, pues el producto interno bruto (PIB) ha venido recuperándose desde mediados de año, con una proyección de terminar en -6.7% en 2020, y la inflación ronda el 5.0%.
En estos momentos, la TPM está en su nivel más bajo de la historia, en un 3.00% anual, lo que tampoco deja mucho espacio para seguir tomando medidas de corte monetario.
Sin embargo, desde agosto de 2018, cuando fue ajustada en 25 puntos básicos y colocada a 5.50% anual, este indicador monetario sólo ha experimentado ajustes a la baja, lo que también es un indicativo de la proactividad que han mantenido las autoridades, en lo que compete a sus responsabilidades, para impulsar la demanda interna con miras a garantizar estabilidad macroeconómica.
Antes de agosto de 2018, el anterior ajuste fue realizado justo año antes, en 2017, cuando pasó de 5.75% a 5.25% anual. El siguiente movimiento de la tasa de política, cuando fue fijada en 5.50% anual en agosto de 2018, ocurrió en julio de 2019 cuando las autoridades la redujeron en 50 puntos y la llevaron a 5.00%, pero sólo duró un mes en este nivel. Lo mismo ocurrió luego, cuando fue modificada a la baja en otros 25 puntos básicos en agosto, hasta 4.75%, también con un solo mes de vigencia, ya que en septiembre se fijó en 4.50%.
Con la llegada del covid-19 y declaratoria del estado de emergencia, a mediados de marzo, las autoridades volvieron a hacer un ajuste de 100 puntos básicos, llevándola a 3.50%, una reducción que tampoco se tomaba de manera tan pronunciada desde agosto-septiembre de 2013 cuando las autoridades subieron la TPM de 4.25% a 6.25% anual.
Desde que fue ajustada en septiembre de 2019 a 3.00%, justo cuando la economía comenzó a dar señales más claras de recuperación, las autoridades monetarias la mantienen sin variación.
En su reunión de política monetaria de diciembre, la más reciente, la decisión sobre la tasa de referencia se basó en el análisis exhaustivo del impacto del covid-19 sobre la actividad económica y la evolución futura de la inflación.
En particular, destaca el comunicado, la variación mensual del índice de precios al consumidor en noviembre fue de 0.60 %, mientras que la inflación acumulada durante los primeros once meses del año fue 5.05 %.
Por otro lado, la inflación interanual, es decir, de noviembre de 2019 a noviembre de 2020, alcanzó 5.26 %, situándose ligeramente por encima del límite superior de la meta de 4.0 % ± 1.0 %, influenciada por choques de costos que han afectado la oferta de algunos alimentos como resultado del impacto rezagado de la sequía a inicios de año y posteriormente de las tormentas Isaías y Laura, además del incremento de insumos importados y del aumento en las tarifas de fletes y transporte.