Las exportaciones dominicanas de mercancías en la última década representan en términos promedios un 13.6% de la economía con relación al producto interno bruto (PIB). Este estancamiento en el crecimiento de las exportaciones tiene un impacto negativo en la balanza comercial. República Dominicana, para 2019, ocupa el lugar 108 del ranking, por el elevado déficit comercial al compararnos con el resto del mundo.
La balanza comercial del país tiene una tendencia a crecer de manera negativa, resultado de una oferta poco diversificada en los mercados internacionales. El 70.0% de nuestras exportaciones se dirige al mercado norteamericano, y la matriz de productos que se exporta al mercado internacional está principalmente compuesta por materias primas. Este renglón constituye aproximadamente el 78.0% del total exportado en 2018.
Estas dos características básicas de nuestro modelo exportador deben cambiar en los próximos años. La estrategia que debemos diseñar e implementar es el e-commerce. Esta acción estratégica debe tener un marco legal que integre a las micro, pequeñas y medianas empresas en una red de tiendas virtuales, para aprovechar la digitalización de los procesos de comercialización.
Las mipymes representan un soporte importante de la economía dominicana, encarnan una de las principales fuentes de generación de empleos del país y aportan significativamente al crecimiento del producto interno bruto.
El comercio electrónico (e-commerce) es una estrategia comercial que consiste en tener presencia en tiendas virtuales para la promoción, comercialización, transacción de productos y servicios, usando redes computacionales, específicamente el Internet, las nuevas plataformas tecnológicas y las redes sociales.
El diseño de políticas públicas y la implementación de programas para reducir la brecha digital en las micro, pequeñas y medianas empresas, con la finalidad de aumentar la tasa de presencia de estos negocios en el ecosistema digital, tendrá un efecto en la competitividad de los empresarios conectando su oferta de productos y servicios a un mercado de consumidores globales, eliminando barreras geográficas, mejores segmentación online, facilitando la comunicación, lanzando campañas a públicos más específicos, presencia las 24 horas, mejorando sus indicadores empresariales producto de la gestión y análisis de los datos.
Es el momento oportuno para que República Dominicana aproveche el desarrollo del Internet de las cosas, con la finalidad de que el sector industrial, comercial, exportador y mipymes aumenten su conectividad a todos los dispositivos y el uso más intensivo del 5G, para desarrollar una cultura empresarial orientada al comercio electrónico, captura y análisis de datos para la toma de decisiones.
La oportunidad para desarrollar una estrategia que impacte de manera exponencial en el crecimiento de nuestras exportaciones, en los mercados internacionales, tiene una alta asociación a la integración de todas las unidades productivas nacionales a un sistema de comercio electrónico. De esta manera se podrá promover una cultura exportadora para que cada dominicano y empresa independientemente de cualquier tamaño aproveche las oportunidades de hacer negocios en los mercados internacionales.
El papel del Estado, como facilitador y promotor de negocios, es propiciar un ambiente macro y micro económico; un marco legal, programas de financiamiento, capacitación técnico-profesional, asociatividad empresarial, incentivos fiscales, capacitación gerencial, acceso a mercados internacionales, renovación tecnológica y a vinculación de las universidades, mipymes y Gobierno para promover un tejido empresarial de pequeñas y medianas empresas que diversifiquen nuestra oferta exportadora, en busca de nuevos mercados y una gama amplias de productos y servicios a segmentos de consumidores de altos ingresos.
Una cultura exportadora, diversificación de la oferta exportable y nuevos mercados internacionales, entre otras cosas, debe ir acompañada de un gobierno facilitador y promotor para garantizar a corto plazo un mayor volumen de negocios en los mercados internacionales. Esto será importante para en la reducción de la pobreza, mayor generación de empleos, y nuevas coyunturas de crecimiento personal a las nuevas generaciones de dominicanos y dominicanas.