María Waleska Álvarez es una profesional exitosa. Estudió Derecho, pero su pasión siempre ha estado en el mundo tecnológico. De ahí nace su interés por especializarse en transformación digital, innovación y tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
La presidenta ejecutiva del NAP del Caribe es madre, hija y esposa. Afirma que ha tenido que aprender a combinar y a buscar un equilibrio entre su rol profesional y personal.
Álvarez, quien se describe como una mujer multifacética, afirma que el apoyo de su familia y su equipo de trabajo ha sido vital para poder cumplir con sus distintos roles, los cuales, por su naturaleza, son 24/7, “donde no hay días festivos ni vacaciones”.
Sin embargo, asegura que, a pesar de los retos y la responsabilidad que conlleva liderar una empresa tecnológica, no lo ve como un trabajo. Cuenta que su sueño de niña era estudiar algo que le apasionara tanto que el tiempo de que le dedicará no lo percibiera como una obligación, que “pudiera decir que era incluso mi afición”. “Cuando sea grande quiero hacer algo que lo disfrute y hasta me paguen”.
Sobre su incursión en la tecnología, precisa que estuvo influenciada por su padre, quien es ingeniero en sistemas y trabajaba para una de las grandes compañías del sector. “Crecí viendo equipos, sistemas y aplicativos”.
Recuerda que al momento de decidir la carrera que cursaría en la universidad sintió dudas, pero eligió ser abogada, porque también se interesa por las políticas públicas y tenía la “firme convicción de que se iba a especializar en tecnologías de información y comunicación”.
Su ejercicio como abogada estuvo orientado en la propiedad intelectual, telecomunicaciones, tecnología y comercio electrónico. Su interés en el sector la llevó a escribir una tesis de grado que terminó convirtiéndose en la actual Ley de Comercio Electrónico.
“Aunque había tomado la decisión de estudiar Derecho, siempre tuve la decisión de que me iba a dedicar a los temas de tecnología y las telecomunicaciones”, indica.
Su trayectoria profesional incluye posiciones en la Secretaría de Estado de Industria y Comercio, Headrick, Rizik, Álvarez & Fernández y Biaggi & Messina. Además, fue gerente Legal y de Relaciones Internacionales de la Oficina Presidencial de las Tecnologías de Información y Comunicación (Optic).
En 2006 se unió a Terremark Worldwide. “Tuve la oportunidad de trabajar en una empresa que era líder en Estados Unidos en la creación de los Network Access Point, aunque inicié como oficial legal, mi permanencia en el equipo legal fue de menos de tres meses, para luego ya ir evolucionando a otras áreas como fueron negocios, relaciones públicas, operaciones y finalmente ir creciendo en la empresa hasta llegar a la posesión que, de hecho, hoy ocupo”.
Cámara TIC
La cofundadora y presidenta del Comité de Tecnologías de Información de la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AmchamDR) asegura que “la tecnología es una herramienta muy poderosa si la usamos de manera inteligente”. Destaca que una de sus grandes virtudes en esta área es no distinguir entre masculino y femenino. “Creo que es una herramienta que nos permite inclusión”, además de que puede ayudar a cerrar las brechas sociales que existen actualmente.
“Es una de las herramientas más transformadoras a las cuales hoy tenemos acceso y que nos permiten como país competir en igualdad de condiciones con otros países de primera línea o de ciudades”, apunta.
Pandemia
Desde hace años, se habla de transformación digital. Sin embargo, muchas empresas no se adaptaron a esa modalidad y la pandemia del covid-19 aceleró estos procesos. Los negocios tuvieron que buscar alternativas que le permitieran seguir en operación.
En este contexto, “uno de los grandes aprendizajes que hemos tenido es que la capacidad que tenemos de innovar y de usar la tecnología de manera inteligente puede hacer una gran diferencia entre estancarnos o continuar creciendo”.
“De todas las crisis salen grandes oportunidades”, señala, al agregar que prefiere ver “la mitad del vaso llena”. “Siempre he sido optimista por naturaleza. Así que pienso que de esta gran contracción económica que hemos tenido, también hay grandes oportunidades y vienen de manera importante vinculadas a cómo usamos la tecnología y la innovación, precisamente, para transformar nuestro negocio, nuestras instituciones y nuestra cultura empresarial”.
Equipo y familia
Álvarez, quien en 2019 fue reconocida por el Gobierno de Reino Unido en su programa de Líderes Internacionales, precisa que definir las responsabilidades de los miembros de su familia y su equipo ha sido esencial para poder destacarse en cada una de las posiciones que ocupa y no sentir culpa por no dedicar el tiempo necesario a sus roles.
“Me permite lograr este balance mucha organización y disciplina, pero lo más importante es el apoyo que recibo de mi familia y de mi equipo de trabajo. No pudiera hacer nada de lo que hago si no fuera por esos dos grandes pilares que me respaldan, que son mi esposo y mi hija, y mi equipo”.
La vicesecretaria de la Asociación Dominicana de Empresas de Fintech (Adofintech) indica que “todos hemos aprendido que cada uno juega un rol. Y cuando a mí me toca jugar ser ejecutiva mi esposo asume el rol de padre y de señor de la casa”.
Mujer
“Mi mayor consejo para las mujeres que tienen miedo de saltar es que nadie va a saltar por ella”, afirma la ejecutiva de NAP del Caribe, empresa especializada en soluciones de centros de datos y ciberseguridad.
Señala que, en muchas ocasiones, las féminas son quienes se ponen los obstáculos. “En la medida en que nosotras realmente creemos en lo que hacemos y estemos dispuestas a trabajar por ello, podemos hacer todo lo que nos propongamos”.
Álvarez, quien también forma parte del Consejo de Directores de EDUCA, es consciente de que no es un proceso fácil. “Como todo en la vida, nos vamos a encontrar con retos y obstáculos en el camino, pero si nosotras como mujeres tenemos el norte claro y una firme convicción de lo que queremos lograr, dependerá solo de ti”.
Invita a las mujeres a ponerle fecha a sus sueños y diseñar un plan de acción para hacerlos realidad. “Las mujeres podemos ser buenas en todo lo que nos propongamos y, definitivamente, que en tecnología hay muchísimos casos que a través de la historia han demostrado que las mujeres pueden hacer grandes aportes”.