Para comenzar con este artículo, primero debemos saber qué son las Empresas de Adquisición con Propósitos Especiales, las SPAC, por sus siglas en inglés, las cuales son empresas sin actividad operativa cuyas acciones salen a cotizar en los mercados de valores con el fin de realizar una futura adquisición o fusión en un sector concreto y antes de un vencimiento determinado. Son un vehículo asimilable en cierta manera al capital riesgo, pero con la liquidez inmediata que proporciona la Bolsa y con un mandato de inversión habitualmente más acotado.
Normalmente una SPAC es lanzada por un promotor, en la que él mismo invierte y asume la gestión empresarial de la misma, para que al cabo de unos 24 meses haya realizado varias adquisiciones empresariales con el objetivo de hacer que estas empresas que logro captar en su portafolio que aun no cotizan en bolsa, pues lo hagan, y así, de esta manera, obtener mayores rentabilidades con el desempeño de dichas empresas a según su ejercicio en los mercados bursátiles.
¿Pero, por qué la exaltación de Wall Street por las SPAC? Por el simple hecho de que, en los últimos 15 meses, han logrado un saldo acumulado de unos 156 millones de dólares, desarrollando un nuevo frente de actividad para las salidas a Bolsa y los movimientos corporativos.
La financiación lograda por las SPAC, aunque discreta, es comparable con el capital monstruoso de Amazon, y ahora, en tiempos de euforia inversionista, se están convirtiendo de forma incontestable en una fórmula de moda en el mercado, capaz también de despertar las alarmas del regulador estadounidense.
Cabe destacar que su existencia no es nueva, datan de la década de los 90s, con su enorme y creciente protagonismo en 2020, que poco a poco ha irrumpido con fuerza en Wall Street tras el dinámico rally bursátil que ha seguido al derrumbe causado por la pandemia.
Los factores que le dan ese combustible necesario que han hecho eclosionar a las SPAC son: La creencia voraz en la recuperación económica de la gran mayoría de la comunidad inversionista, confiados en el soporte que ofrecen los estímulos por los Bancos Centrales; La mínima rentabilidad que ofrece la inversión en renta fija y el deslumbramiento de parte del mercado ante nuevas opciones de ganar dinero, sobre todo si son partidas como el alza estrepitosa del bitcoin o el asalto de los minoritarios organizados en Reddit.
En lo que va del año se han creado 175 SPAC, las cuales han levantado un capital de 56 MM de dólares en sus salidas a Bolsas, es decir, una media de 1,500 MM de dólares por día de negociación, pero febrero ha sido la excepción, ya que ha batido los récords, con la creación de 90 SPAC y 32 MM de dólares, y si el ritmo actual de salidas a Bolsa de estos vehículos se mantiene, puede que antes de que se acabe este mes de marzo, logren toda la financiación lograda en 2020. Además, todo el dinero captado será una semilla con un efecto multiplicador: la previsión es que genere una actividad compradora de más de 700 MM de dólares en los próximos dos años.
En lo que va de año, las SPAC también han batido récord en cuanto a la cuantía de las adquisiciones anunciadas, en su mayoría tecnológicas, por un valor de mercado de 123 MM de dólares correspondientes a un total de 43 vehículos de inversión, frente a los 156 MM de dólares de 2020, según datos de Goldman Sachs (banco norteamericano).
Sin embargo, este ritmo frenético de las SPAC ha lanzado alertas a la SEC “Comision de Bolsa y Valores” (Security and Exchange Commission), quien es el ente regulador del mercado bursátil en los Estados Unidos. Estos ya han advertido y han puesto el foco en este vehículo de inversión. De entrada, y según ha advertido la SEC recientemente, no hay que dejarse deslumbrar si una SPAC está promovida por una celebridad, un fenómeno cada vez más abundante en EE UU. Eso no es ni mucho menos garantía de una buena gestión, que en este caso reside en el hallazgo de una compañía cuya adquisición rentabilice al máximo la inversión.
Para concluir, lo que falta por descubrir o determinar es el uso de los recursos millonarios recaudados por las SPAC en los últimos meses. Por otro lado, yo opino que el tiempo dará la razón de si esta eclosión no es más que otro signo de los tiempos de euforia que estamos viviendo respecto al mundo financiero y sus porvenires, o si de verdad es una vía de inversión más en las empresas que superaron con éxito la pandemia.