Las restricciones que las autoridades tuvieron que implementar para evitar la propagación de la pandemia del covid-19 desataron otra epidemia: la venta de bebidas ilegales, una problemática que el presidente, Luis Abinader, declaró en abril de este año como “tema de seguridad nacional”, por la cantidad de víctimas a causa de su ingesta.
En ese sentido, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) realizó una inspección en la que determinó que “la mayoría de las empresas fabricantes de alcohol tenían todas sus licencias vencidas”.
“De 32 licencias (vencidas), 22 han sido renovadas en esta gestión, y (se emitieron) dos licencias nuevas”, explicó el director general, Luis Veras Valdez, quien enfatizó que la DGII ha sido “estricta” con el requerimiento de las licencias y ha pedido, además, la clasificación de todos los estados de productos, tanto de fabricación como de importación en materia de renovaciones.
Durante la conferencia virtual “Avances de la DGII”, organizada por la Cámara Americana de Comercio (AmchamDR), el incumbente garantizó que Impuestos Internos autoriza todos los alcoholes que de despachan de las fábricas antes de su salida de las destilerías, lo que les permite tener un control de la cantidad de productos que han sido supervisados.
Expresó que la institución también ha trabajado en el levantamiento, garantías y ajustes de montos de fianza, además de la autorización de catálogos de productos que cuentan con un registro sanitario a través de la trazabilidad y el uso de una modalidad de despacho único.