Desde que comenzó a circular un documento no oficial sobre los puntos que serían tomados en la reforma fiscal, diversas opiniones han surgido al respecto, desde quienes la apoyan con algunas excepciones, hasta quienes se oponen de forma muy puntual.
El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes y Empresarios (Fenacerd), Jose Díaz, sostuvo que las reformas tributarias deben hacerse con miras a los beneficios de la clase baja y la clase media.
Destacó que la reforma debe concentrar los incrementos en actividades consideradas vicios, como los juegos de azar, bebidas alcohólicas y el consumo de tabaco. Puntualizó que el Gobierno busca la forma de hacerse autosuficiente a través de la recaudación de impuestos tras el impacto del covid-19 en la economía.
Fenacerd le hizo la propuesta al Gobierno de bajar el Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS) de un 18% a un 14%, ampliar la base imponible y atacar la evasión.
“La posición de la Asociación es que se proteja a las clases media y baja, las cuales históricamente han sido las más perjudicadas con las reformas fiscales que se han hecho en el país. Una verdadera reforma debe poner al país a producir más, pero sin perjudicar a estas clases y los empleos”.
Resaltó que si se baja el ITBIS la población tendrá mayor capacidad de compra, lo que se traduciría en mayor a los productores y al Gobierno.
De su lado, el economista y exrepresentante dominicano ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), Luis Manuel Piantini Munnigh, ve como negativa una reforma fiscal en estos momentos, ya que son tasas impositivas elevadas, lo que tendría un costo para las familias y las empresas en medio del proceso económico acarreado por la pandemia del covid-19.
Recordó que el país tiene impuestos que serían transitorios y que se han quedado de forma permanente.
Piantini Munnigh resaltó que durante la última década el país ha mantenido una presión fiscal fluctuando entre el 15% del producto interno bruto (PIB) como tope y el 10% como base, la cual “no es como se señala una de las más bajas de América Latina”. Actualmente es del 14.2% del PIB.
“Si a las presiones fiscales del resto de estos países de la región se le excluye los aportes a la seguridad social, el promedio regional se reduce al 19% del PIB. Y si a la presión fiscal en nuestro país se le agregan los subsidios y excepciones del 5% del PIB, y las evasiones al Impuesto Sobre la Renta (ISR) y al ITBIS estimadas en conjunto en cuatro puntos porcentuales del PIB, nuestra presión fiscal superaría el promedio regional y se colocaría alrededor del 24% del PIB”, agregó.
Sugiere que las reformas se enfoquen en reducir el tamaño del mercado informal, eliminar las trabas burocráticas, poner tasas impositivas reducidas para sus operaciones, utilizar los créditos públicos a bajas tasas y compras gubernamentales, como elementos de atracción para su formalización.
Además de hacer una reducción como incentivo de pago y reforzar la administración tributaria para atacar la elusión, evasión y eficientizar la aplicación del gasto.
De su lado, la expresidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), Susana Martínez Nadal, sostuvo que una reforma fiscal debe ser integral, sin dejar de lado ninguno de los actores involucrados. “Lo que resulte en una reforma fiscal debe ser consensuado y promover la sostenibilidad que tenemos como país”, dijo.
La joven empresarial puntualizó que dentro de los puntos que se deben tomar en cuenta ante una reforma fiscal están: la eliminación de burocracias infuncionales, aplicación del pacto eléctrico para terminar de solucionar los problemas del sector y la eliminación del gasto no necesario.
En tanto, el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), Cesar Dargam, puntualizó que el tema debe abordarse desde un pacto fiscal, que vaya más allá de los ingresos, también pone atención a los gastos de manera integral.
“Estamos viviendo en un país que año tras año acumula déficit, porque los gastos son mayores a los ingresos, por lo que hay que mirar de manera integral todos estos puntos”, sostuvo.
Respecto al documento sobre la reforma fiscal que circula desde el pasado sábado, el titular de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Luis Valdez, aclaró que el Gobierno no ha fijado una posición aún y que el proyecto se encuentra avanzado en la parte técnica, el cual será presentado por el Ministro de Hacienda en los próximos días .
Puntualizó que el Gobierno arrastra un presupuesto deficitario en los últimos años y será muy difícil, en caso que no se haga la reforma, poder avanzar con el presupuesto equilibrado para el 2022.