La colaboración público-privada y mejores modelos de financiación son claves para acelerar la disponibilidad de medicamentos innovadores para los pacientes en Ecuador, aseguraron a EFE varios especialistas este martes en una videoconferencia.
“El problema de los medicamentos innovadores es que, pese a que salvan vidas en muchos casos, no llegan de forma oportuna a los pacientes”, dijo a Efe Jaime Espin, reconocido experto en el sistema ecuatoriano de salud y profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública, en España.
En ese sentido, Analía Porras, jefe de la Unidad de Medicamentos y Tecnologías Sanitarias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), señaló en una videoconferencia con Efe que si bien la incorporación de innovaciones tecnológicas en los sistemas de salud es fundamental para el progreso y la mejora de la salud de la población, no significa que las mejoras sean visibles de inmediato.
“La mera disponibilidad de innovaciones tecnológicas en el mercado no necesariamente trae asociadas mejoras en la salud o en el acceso”, apuntó.
Sistemas de salud fragmentados
Tatiana Villacres, investigadora de economía en salud, señaló que uno de los grandes problemas de América Latina es la gran fragmentación que existe en los sistemas de salud.
“En Ecuador tenemos una segmentación muy marcada entre lo público y lo privado”, aseguró.
Explicó que esta segmentación también se da en la financiación pues cada subsistema maneja sus propios sistemas de mancomunación de mecanismos de pago “y eso afecta tanto a la compaginación del financiamiento como a la estructuración a mediano y largo plazo”.
Añadió que en general en América Latina el problema de los sistemas de salud es que el gasto en bolsillo es sumamente alto y “un gran porcentaje de ese gasto es en medicamentos”.
Esto, afirmó, es especialmente complicado cuando se tienen tecnologías innovadoras que por lo general son de alto costo, pero al mismo tiempo aportan beneficios altos para la salud de las personas.
Además, dijo, también existen problemas en la regulación de los países que provocan retrasos en la aprobación de los fármacos y, por ende, se retrasa la llegada de los mismos a los pacientes.
Al respecto, Porras aclaró que el tiempo empleado en los procesos de autorización regulatoria de acuerdo con estándares internacionales y en los procesos de evaluación de tecnologías sanitarias, tanto para medicamentos innovadores como para genéricos y bioterapéuticos similares, no debería ser interpretado ni generalizado como una “demora” para el ingreso al mercado.
Sin embargo, de acuerdo con estos mismos estándares internacionales, la confianza regulatoria entre autoridades, que permite el uso de las decisiones de una autoridad por otra en el proceso de autorización regulatoria, ofrece una vía más expedita y rápida, que reduce estos tiempos.
Y sin que se afecte el rigor en la evaluación y propicia el acceso más oportuno de los pacientes a la innovación en términos de medicamentos y tecnologías sanitarias.
Financiación de tecnologías sanitarias
Los especialistas resaltaron que una vía para acelerar esta cobertura son los nuevos modelos de financiación.
“En Ecuador una de las mayores barreras es la normativa actual porque no se permiten algunas cosas que ya se están haciendo en otros lugares del mundo”, apuntó Villacres.
Por su parte, Espin señaló que actualmente los sistemas de salud en América Latina carecen de previsibilidad en cuanto a lo que pueden gastar en medicamentos porque no cuentan con registros nacionales que sirvan de guía.
No obstante, destacó la relevancia de compartir riesgos, pues actualmente existen modelos de financiamiento en el desarrollo de medicamentos innovadores.
“Actualmente muchos medicamentos, sobre todo oncológicos, se están financiando no por el producto en sí, sino por los resultados que producen en la salud”, precisó.
No obstante, dijo que una de las principales barreras son los sistemas de información porque países como Ecuador no cuentan con bases de datos de los pacientes para esos medicamentos innovadores “y sin información no podemos avanzar”, dijo.
Los expertos destacaron la importancia de la participación público-privada porque “si no hay alianzas no se puede avanzar”.
No obstante, para Espin algunas alianzas tienen una connotación negativa “porque se trata de compartir riesgos y no muchos están dispuestos a ello”.
En un país como Ecuador, donde las relaciones entre industria y Gobierno son distantes, “es el momento de colaborar” y esta colaboración ayudaría a mejorar el acceso a los medicamentos más innovadores para los pacientes, indicó Espin.
En tanto, Villacres afirmó que es muy importante unir esfuerzos en la parte público-privada “no solo en los servicios de salud sino en la academia” para afrontar lo que se viene tras la pandemia por coronavirus.