La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) no solo sigue percibiendo signos de un deterioro de las perspectivas de la economía brasileña a partir de los indicadores compuestos avanzados, sino que han pasado a situarse por debajo de la media de largo plazo.
En noviembre, el indicador de Brasil disminuyó en 78 centésimas, la caída más fuerte de los once meses consecutivos que lleva a la baja, y se quedó en 99.75 puntos, cuando la media de largo plazo son 100 puntos, según la nota publicada este jueves por la OCDE.
El retroceso mensual de Brasil es el más fuerte de todos los países para los que se ofrecen datos, es decir de los 38 miembros de la organización y de los seis grandes emergentes entre los que figura el gigante sudamericano.
Entre estos últimos, las estadísticas señalan una inflexión del crecimiento en China, estabilidad en India y un “crecimiento a un ritmo regular por encima de la tendencia de largo plazo” en Rusia.