En vísperas de las fiestas navideñas, el avance de la pandemia y las restricciones impuestas por el Gobierno golpean las perspectivas de recuperación del turismo en Portugal, donde se suceden las cancelaciones de las celebraciones públicas previstas en las principales ciudades.
El sector registra mejores cifras que en 2020 pero la vuelta a niveles de actividad similares a los prepandémicos podría atrasarse por el aumento de los contagios tanto en Portugal como en los mercados emisores y marca la primavera de 2022 como época de referencia para la reactivación.
La secretaria de Estado de Turismo de Portugal, Rita Marques, ha definido la situación actual como “tiempos difíciles y muy desafiantes” y ha admitido que hay que enfocarse en salvar la Semana Santa de 2022.
“No salvamos la Semana Santa de 2020, no salvamos la Navidad y tampoco salvamos la Semana Santa de 2021 y vamos a ver si salvamos la Semana Santa de 2022”, afirmó recientemente en un acto del sector, que representaba el 15.3% del PIB nacional en 2019, porcentaje que cayó a casi la mitad en 2020.
No obstante, en los primeros nueve meses de 2021 los establecimientos de alojamiento turístico en Portugal registraron ingresos por €1,630 millones, por encima de los €1,400 millones de todo 2020, según el Instituto Nacional de Estadística luso.
Sin embargo, queda lejos de los €3,469.4 millones contabilizados entre enero y septiembre de 2019.
Portugal enfrenta la quinta ola de contagios de coronavirus inmerso en el “estado de calamidad”, que implica restricciones que obligan a presentar el certificado de vacunación para acceder a restaurantes y hoteles y un test negativo adicional para ingresar en eventos deportivos y bares, entre otras.
También los viajeros que ingresen al país en avión en barco deben presentar el certificado de vacunación y un test negativo.
En el caso de la frontera que Portugal comparte con España, bastará el certificado de vacunación para los procedentes de zonas de riesgo bajo o medio y se exigirá test para quienes lleguen de zonas rojas.
Aumentan las cancelaciones
Para el sector turístico luso, estas medidas son “perfectamente razonables” y proporcionadas dada la situación, apunta la vicepresidenta de la Asociación de Hotelería de Portugal (AHP), Cristina Siza Vieira, en declaraciones a EFE.
Sin embargo, admite que preocupa el “miedo” al aumento de contagios, que se ha traducido en cancelaciones de pernoctaciones y cenas de empresas en los hoteles.
Siza Vieira, que no da cifras sobre la coyuntura que atraviesa el sector, anima a los portugueses a no cancelar porque las medidas están “bien definidas” y permiten celebrar estos encuentros con seguridad.
Paralelamente, ciudades como Lisboa y Oporto, entre otras, han suspendido las celebraciones públicas de fin de año, como conciertos y fuegos artificiales, con el objetivo de evitar las aglomeraciones.
Si a esto se le suman las restricciones que avanzan en otros países europeos, como la exigencia de cuarentena al volver del extranjero, las perspectivas de recuperación del sector pueden quedar empañadas.
“Si efectivamente se comprueba que la caída de las fiestas es muy importante y que los países van a cerrar u obligar a cuarentena (…) tenemos totalmente un invierno perdido y por tanto cambiarán completamente las perspectivas de recuperación”, sentencia la empresaria.
Según Siza Vieira, el sector de la hotelería registró este verano un 50% de la facturación de 2019.
El presidente de la AHP, Raúl Martins, estima que un 10% de los hoteles de Portugal están cerrados actualmente y prevé que el sector podrá recuperar los niveles prepandemia en 2024.
Poco impacto para el Algarve
El Algarve (sur), uno de los principales destinos turísticos del país y dependiente de los visitantes extranjeros, no ve amenazada su recuperación con el auge de los contagios ni de las restricciones, ya que las fiestas navideñas coinciden con su temporada baja, cuando registran más turistas locales.
El presidente del ente Turismo do Algarve, João Fernandes, explica a Efe que entre agosto y noviembre tuvieron un crecimiento “muy interesante” en los niveles de ocupación, por lo que su mirada está apuesta ahora en los meses de marzo y abril, cuando vuelva la demanda extranjera a la región, que representa cerca del 30% del mercado total turístico luso.
En 2021, prevé que la facturación en la hotelería del Algarve sea un 60% de lo registrado en 2019.
Aún así, la vuelta de la actividad económica a niveles similares a la pandemia depende de que “no haya un retroceso”, y de que para la Semana Santa de 2022 los mercados emisores europeos ya se hayan recuperado.