Tras los cambios en los hábitos de consumo durante la pandemia y las múltiples plataformas de entretenimiento disponibles con el repunte del streaming, la batalla en el mercado publicitario se ha intensificado, convirtiéndose en una herramienta primordial para las empresas poder dar a conocer sus productos y servicios.
Sin embargo, ¿el consumidor cree todavía en estas campañas? La respuesta es sí.Según un estudio global sobre la confianza en la publicidad Trust in Advertising – TIA, realizado por Nielsen, líder mundial en medición de audiencias, se demostró que 81% de las personas en República Dominicana confía total o parcialmente en la publicidad.
Este alto nivel de confianza, que aún le confieren los dominicanos a la publicidad, demuestra que las campañas locales están teniendo un impacto positivo, por lo que pudieran seguir siendo el método más efectivo para llegar a las audiencia más exigentes.
Además, el estudio califica a la televisión como el líder en confianza, a quienes los dominicanos otorgaron un 91% de calificación positiva en lo que respecta a confianza total o parcial. En este mercado, el nivel más positivo se da en las campañas de televisión dirigidas por servicios financieros (44%) y el sector de automóviles (40%).
Después de la televisión, los dominicanos confían en las campañas lideradas por los influencers en un 81%, afirmando que les creen total o parcialmente. Le siguen las redes sociales con un 72% de credibilidad total o parcial, los anuncios de video online 71% y las campañas en buscadores 66%.
Mientras que, los mensajes que reciben una acogida más positiva entre los dominicanos son: salud (72%), temas orientados a la familia (71%) y las situaciones de la vida real (68%), humorísticos (54%) y temas deportivos (43%). En cambio, los temas que tienen menos impacto en la República Dominicana son la publicidad centrada en los famosos (24%) y sexualidad (21%).
Estos datos ofrecen una clara visión de la preferencia que tienen los dominicanos por contenidos tradicionales, en lo que todavía predomina la televisión como transmisor de información, a pesar del crecimiento de las redes sociales y otros medios digitales.