[dropcap]E[/dropcap]l tema del empleo, salarios y desarrollo de la juventud ha sido recurrente en los últimos años en América Latina, sobre todo a partir de la crisis económica de 2007 que profundizó el desempleo entre jóvenes a nivel mundial, llegando algunos países a tener tasas de desempleo en jóvenes menores de 25 años de hasta un 50%, como fue el caso de España.
Esta situación potencializó el nacimiento de una nueva categoría social que reflejaba la situación de millones de jóvenes que se denominan los NINI, que son aquellos que Ni estudian Ni trabajan, cuyo ejército está compuesto básicamente por mujeres pobres que, por esta condición, se convierten en un excelente caldo de cultivo para la prostitución, el narcotráfico y la delincuencia.
Pero el problema de la juventud de América Latina no es solo que una parte importante no estudie ni trabaje, es que los mercados laborales son rígidos lo que implica que aun cuando la economía crece, no se generan empleos suficientes.
En ese contexto, la cantidad de puestos de trabajo disponible en las empresas es poca en relación al número de trabajadores –jóvenes o no– que andan buscando empleo.
Esto conduce a que los empresarios, a partir de esta información, ofrezcan salarios precarios que en la mayoría de los casos no alcanzan para cubrir el costo promedio de una canasta familiar.
En República Dominicana, por ejemplo, hemos tenido tasas de crecimiento de la economía de alrededor de un 6.6% durante los últimos diez años, pero el desempleo no cede y se mantiene su tasa en un nivel de 14.3% promedio anual en el mismo período estudiado.
La cuestión se complica cuando se analiza el desempleo entre los jóvenes de ambos sexos con edades entre 20-29 años, pues los hombres presentan una tasa de desempleo de 17.5%, en tanto las mujeres llegan a un elevado 27.0%, casi el doble del desempleo promedio del país.
Otro dato que da ganas de llorar es cuando se observa que los jóvenes con edades entre los 20-24 años, presentan tasas de desempleo de 39.5% (las mujeres) y de 16.6% (los hombres), siendo el promedio para este grupo poblacional de 25.5%.
Sin deseos de alarmar, el asunto se pone crítico al verificar las estadísticas sobre los salarios que gana la población dominicana, en donde el ingreso laboral promedio mensual por ocupación principal, a nivel de todo el país, era de RD$14,838 al 2014, siendo el de los hombres de RD$15,907 y el de las mujeres RD$12,948.
De su lado, los jóvenes de 20 a 39 años tienen un ingreso promedio mensual de RD$14,130. Si usted no quiere que se le agüen los ojos, no divida este ingreso entre la inflación, ni lo lleve a dólares, ni mucho menos lo compare con el alto costo que tiene la canasta familiar del país.