[dropcap]L[/dropcap]as elecciones presidenciales, congresuales y municipales dominarán el escenario político, social y económico este año. Sin embargo, hay cinco temas que tendrán una incidencia mayor tanto en la campaña política como en los destinos del país durante el próximo cuatrienio de gobierno.
1. Seguridad ciudadana. El principal elemento que afecta la calidad de vida en el país -más allá del desempleo y el ascendente costo de vida- es la seguridad ciudadana, que continúa empeorando. Se ha venido realizando una profilaxis de la Policía Nacional que busca, de buena fe, mejorar este tema, así como la implementación del sistema de atención de emergencias 9-1-1. Pero sin un mayor control frente a la criminalidad galopante, estos esfuerzos no surtirán efecto.
2. Transporte. A pesar de cuantiosas inversiones realizadas en ese sector, el transporte terrestre en el país se encuentra en sus peores momentos. El caos en el transporte constituye una de las mayores cargas para la economía, además de que es un elemento que impacta la calidad de vida de todos los dominicanos. Sin una voluntad política para reformar y aplicar la ley al respecto, no habrá ninguna mejoría.
3. Educación. La inversión en la educación (4% del producto interno bruto) se ha visto reflejada en la construcción de nuevos planteles escolares. Pero luego de haber construido miles de nuevas aulas, el próximo gobierno debe hacerle frente al déficit de maestros capacitados para dar un uso real a esas nuevas escuelas. Sin embargo, la capacitación de profesores no tiene el mismo impacto político que las inauguraciones de planteles escolares, lo que pone en peligro este compromiso.
4. Corrupción. El eterno problema de nuestro país ha sido la falta de voluntad política y social para enfrentar la corrupción administrativa. Esta lucha no ha sido tomada en serio por un gobierno que ha permitido que la mayoría de sus funcionarios no cumplan con la obligación de presentar una declaración jurada de bienes. Cualquier gobernante que decida tomar cartas al respecto recibirá el respaldo masivo de la ciudadanía, aunque quizás no así de sus compañeros de partido.
5. Reforma fiscal. Aquellos a favor de una reforma fiscal que incremente los ingresos del gobierno se refieren a la baja presión tributaria (alrededor del 15% del PIB). Por igual, hacen referencia a las necesidades de un país en vías de desarrollo, que requiere de un gobierno que realice más inversiones. En cambio, los detractores pueden apuntar a la baja calidad del gasto (predomina el gasto corriente -salarios-), el pago de intereses para deuda contraída en períodos anteriores y la corrupción administrativa.