Sin las exportaciones de oro nuestra economía tuviera pasando un mal rato. De eso no hay duda. La minería está, por mucho, entre los sectores de mayor importancia y más en un contexto de recuperación tras los efectos de la pandemia.
La generación de divisas, producto de esta actividad, además, representa un aliciente para evitar que el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos sea más deficitario.
La minería es una actividad que merece el apoyo de toda la población. Esta industria genera encadenamiento productivo y lleva desarrollo a las comunidades a través del empleo formal y la construcción de obras comunitarias que de otra forma sería verlas realizadas, por lo menos en tiempo oportuno.
Los números indican que el Estado, por su lado, tiene que impulsar la aprobación de proyectos de minería responsable, como debe ser, ya que en los últimos años se ha dado un fenómeno que llama la atención. El valor de las exportaciones de oro es lo que ha salvado de alguna manera el sector, ya que el volumen ha bajado.
Las estadísticas del Banco Central (BC) muestran que en los últimos cinco años la producción de doré (aleación de oro y plata) ha venido cayendo hasta el punto que en 2021 solo se alcanzó el 58.2% de lo producido en 2017. Sin embargo, el valor de las exportaciones viene aumentando cada año desde el último lustro, con niveles record logrados en 2020 y 2021.
Son cifras que están ahí para ser contrastadas. La importancia de la minería, en cualquiera de sus manifestaciones, debe ser prioridad nacional. Por supuesto, los recursos con los que cuenta el país deben ser explotados de manera responsable. Este debe ser el pedido de toda la sociedad.
Por suerte, República Dominicana cuenta con empresas que han demostrado ser responsables de sus actos y que, en algunos casos, han asumido pasivos ambientales para seguir adelante con las operaciones.
Suerte hemos tenido porque el incremento en los valores de las exportaciones de oro, a pesar de que la producción ha bajado, se debe a que ese mineral es una especie de “fuente refugio” para los inversionistas en tiempos de crisis. Apoyar la minería responsable es una labor que compete a todos.