Asunción.- El guaraní, la moneda de Paraguay y la más antigua de Suramérica, se depreció un 25.45% en el 2015 con respecto al dólar por la caída de ingresos en las exportaciones de soja y carne, y la desaceleración de las economías de la región, en especial la de Brasil.
El país suramericano es el cuarto de América Latina que más ha depreciado su moneda durante el 2015, según datos del Banco Central de Paraguay (BCP), solo por detrás de Brasil (50 %), Argentina (51,8 %) y Colombia (32,4 %).
Algo provocado por la desaceleración de la economía brasileña, el aumento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal estadounidense (Fed) y especialmente por la caída sin precedentes en los últimos años de las exportaciones paraguayas, que en 2015 se redujeron en un 16,5 % con respecto al año anterior.
La devaluación del guaraní, moneda nacida en 1943, hace que de forma gradual se reduzca el poder adquisitivo de la clase media y trabajadora, que necesita más dinero para acceder a productos básicos en el mercado, según explicó a Efe el economista Julio Ramírez del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguya (Cadep).
Paradójicamente, aunque Paraguay sea uno de los principales productores de alimentos del mundo, cuarto exportador de soja y sexto de carne, tan solo el 6 % de su superficie agraria está dedicada al cultivo de productos de consumo diario como frutas y verduras.
El resto de las aproximadamente 5,6 millones de hectáreas de cultivos están dedicadas a productos de exportación como la soja, el maíz o el trigo, según datos de la ONG local Base-IS.
La producción de granos y ganado representa cerca del 70% de las exportaciones de Paraguay y son el principal impulsor de su economía carente de industria.
Esto provoca que más de la mitad de la canasta básica, como los productos lácteos o las frutas, los elementos para limpieza e higiene, lleguen a Paraguay importados desde Argentina, Brasil, Chile o Bolivia y su precio dependa de la cotización del dólar.
El mantenido aumento del valor del dólar avecina que esa depreciación del guaraní continúe en 2016, “disparando la inflación y afectando a la clase media baja”, expresó Ramírez.
El investigador del Cadep destacó que se espera “una fuerte caída del consumo interno”, lo que en su opinión ha llevado al BCP y otras instituciones públicas a rebajar las perspectivas de crecimiento del PIB para 2016 al 3 %, tras un promedio histórico del 5 %.
Mientras los refrigeradores de carne vacuna y los silos rebosan, uno de cada cuatro paraguayos está en situación de pobreza, es decir, que gana menos de 130 dólares al mes, por lo que apenas puede hacer frente al precio de la canasta básica.
Además, un 10 por ciento de la población del país está en situación de pobreza extrema, viviendo con un presupuesto entre 55 y 77 dólares al mes, lo que impide que puedan acceder a la alimentación mínima para un desarrollo normal, según datos de la estatal Dirección General de Encuestas, Estadísticas y Censos (DGEEC).
“El sector privado es el más afectado porque los productos que componen la canasta básica en su mayoría son importados”, declaró Ramírez. “Es un hecho, el poder adquisitivo del paraguayo medio baja”, añadió.
“La clase media está bastante endeudada, se va a restringir el crédito para la clase media trabajadora y habrá un menor crecimiento”, anunció.
Según Ramírez, la depreciación de la moneda era un “panorama esperado” por la coyuntura internacional. “A todos los exportadores de comodities les está pasando lo mismo porque ha bajado el precio a niveles históricos”, explicó.
“Los capitales migran a Estados Unidos por mayor rendimiento y menor riesgo”, admitió.
Por otro lado, el economista valoró el “juego de cintura” de la política monetaria de Paraguay, pues aseguró que gracias al “boom” de las comodities en los últimos años, el país suramericano tiene “una reserva elevada de divisas para intervenir en el mercado cambiario”.
Un buen manejo del Banco Central de Paraguay, reconocido por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El tipo de cambio afecta también a la deuda pública, porque según el investigador, un 60 por ciento está en dólares.
“Eso implica que cuando aumenta el tipo de cambio o se devalúa el guaraní, aumenta la deuda”, señaló, aunque matizó que ese impacto “no es tan fuerte” debido a la senda marcada por el Banco Central.
“No somos una economía tan grande ni tan dinámica para que haya un cambio más brusco”, declaró. EFE