El conglomerado industrial estadounidense General Electric (GE) registró pérdidas de US$1,094 millones en el primer trimestre de 2022, lo que supone una rebaja del 62% de los números rojos contabilizados por la compañía en el mismo periodo de 2021.
La cifra de negocio entre enero y marzo de la multinacional alcanzó los US$17,040 millones, un 0.2% por debajo de la facturación contabilizada un año antes.
Por segmentos de negocio, los ingresos de la división de aviación aumentaron un 12.2%, hasta US$5,603 millones, mientras que la rama de salud se situó en US$4,363 millones, un 1.3% más.
Los ingresos del negocio eléctrico de GE fueron de US$3,501 millones, un 10.7% menos que un año antes, al tiempo que el área de energías renovables retrocedió un 11.6%, hasta US$2,871 millones.
El pasado mes de noviembre, General Electric anunció que se dividirá en tres compañías cotizadas en los próximos años, ya que la firma ejecutará ‘spin-offs’ de sus divisiones de salud y energías renovables, digitalización y generación renovable en los próximos tres años.
Así, del gigante energético quedarían tres compañías: GE Aviación, GE Salud, GE Aviación y una compañía que combine sus negocios de generación de energía, renovables y digitalización.
La primera empresa en desligarse de la matriz sería la de salud a principios de 2023. Posteriormente, se prepararía el ‘spin-off’ de los negocios energéticos y digitales con el objetivo de estar listo para principios de 2024. Tras este segundo movimiento, General Electric se centraría en la aviación.
A este respecto, la multinacional indicó que durante los próximos dos años, espera incurrir en costes de separación, transición y operativos de aproximadamente 2,000 millones de dólares y costes fiscales inferiores a 500 millones de dólares (465 millones de euros), que dependerán de los detalles de la transacción.