Sin importar el cargo que esté ocupando en la actualidad, construir una imagen pública es esencial para destacar en su sector. Así lo explicó Álvaro Gordoa, consultor en imagen pública, quien destacó que muchas personas confunden imagen con la forma en que se visten.
“Son las estimulaciones que nosotros tenemos con nuestros diferentes públicos y se quedan grabadas, como un recuerdo. Entonces, una vez que entendemos esto, nos damos cuenta de la profundidad de la palabra, porque ser bien percibidos es una necesidad primaria de las personas y de las cosas en general”, señaló el rector del Colegio de Imagen Pública.
Gordoa precisó que se puede construir de manera voluntaria e involuntaria, porque es inevitable “tener una imagen, de todas formas, te van a percibir, pero puedes controlar el proceso”.
Sobre cómo se construye, dijo que está relacionado con los estímulos que les llegan a los receptores, quienes viven un juego mental de percepción. “Después de que percibió, se le queda esa identidad mental arraigada en el tiempo y es lo que normalmente le llamamos reputación. Entonces, todo lo que pueda ser percibido tendrá una imagen”.
El experto, quien ha trabajado con políticos y empresarios en México, argumentó que lo esencial es saber controlar el proceso y lo que se está transmitiendo. “Digamos que la causa es el estímulo y el efecto es la imagen, si controlas la causa, diseñas una estrategia de estimulación en torno a lo que van a recibir los demás de ti”.
Agregó que se deber ser coherente con lo que se busca proyectar, para que el público meta tenga una opinión a favor y, por lo tanto, “generar ese gran patrimonio que es la reputación”.
Los estímulos, dijo, están clasificados en seis imágenes subordinadas a la gran imagen de la persona o de la institución. La imagen física, todo lo que van a percibir de la apariencia personal y el lenguaje corporal, y la profesional, que está relacionada con el comportamiento y protocolos con los que interactúan.
Además, está la verbal, que se refiere a los estímulos emanados de la palabra oral o escrita; visual, sentido de la vista; la digital, es decir, la reputación en internet, y la ambiental, los espacios (escenografía, ambientación, diseño de interiores).
“A nivel empresarial y ejecutivo, no importa si eres colaborador o empresario, te debes a tu imagen, te debes a tu reputación, porque ahí es donde se genera la credibilidad”, afirmó, al indicar que “la gente tiene que creer que eres el mejor para un puesto de trabajo”.
Señaló que uno de los grandes errores que comenten algunos líderes es que sólo se enfoca en la forma de vestirse o en el logotipo de la empresa y restan importancia a la reputación y las percepciones.
Sobre la forma de vestir, indicó que dependerá del sector en el que trabaje. “La imagen es relativa, no hay bueno ni malo, sino lo que debe ser y lo coherente. Es relativa a tres factores: la esencia, ¿quién eres?, ¿cuál es tu objetivo? y ¿qué necesidades tiene tu audiencia? No es lo mismo ser un empresario o empresaria de un centro nocturno, un bar, discoteca o casino que de un spa”.
Destacó la importancia de que las empresas diseñen, además de un uniforme, una guía para que los colaboradores mantengan una línea que represente a la organización, desde la ropa que utiliza hasta la forma en que recibe a los clientes. “Tienen que representar los valores, el estilo institucional, entonces en ese caso todas las empresas y empresarios deben aspirar a la uniformidad. Por lo tanto, aquí entran manuales de normas de conducta y apariencia”, explicó.
Canales digitales
Con el impacto de las plataformas digitales, se necesita desarrollar un posicionamiento en el mundo digital, que esté relacionado con la posición actual y a la que se aspira.
Señaló que la imagen digital se refiere a “la reputación en internet desde los contenidos aparecen de ti cuando en Google pon en tu nombre hasta el manejo de tus redes sociales y el activismo que haces en estos canales de comunicación”.
Gordoa exhorta utilizar todos estos medios de comunicación para crear valor reputacional. “Si no estás en las redes sociales no existes, si no aparecen contenidos tuyos al poner tu nombre en Google no eres relevante e importante, pero si lo que aparece es negativo da por hecho que la gente va a creer lo que aparece en internet. Por lo tanto, hay que generar una estrategia de imagen”.