En el cine dominicano, algunos realizadores apuestan por crear secuelas de producciones cinematográficas, un recurso que en ocasiones suele ser foco de duras críticas por los expertos o presentan una diferencia en el margen de las ganancias. Sin embargo, la continuidad de un filme provoca que los cinéfilos gocen de la proyección de nuevas películas desarrolladas en un mismo tema o situación.
El director José Enrique Pintor apostó por producir en 2007 “Sanky Panky”, filme donde el humorista Fausto Mata encarnó el personaje de Genaro, un hombre que sueña con iniciar una nueva vida en Estados Unidos, pero tiene que aprender inglés y casarse con una ciudadana norteamericana.
El informe “Resultados de la Ley 108-10 para el fomento de la actividad cinematográfica en República Dominicana 2010-2019” de la Dirección General de Cine (DGCine) no contiene estadísticas de la industria en 2007. Sin embargo, indica que la segunda entrega (2013) recaudó RD$42.1 millones, un 58.6% más que “Sanky Panky 3” (2018) que totalizó RD$17.4 millones por venta de taquillas.
Los datos del organismo establecen que la comedia suele ser el género más taquillero en República Dominicana, como es el caso de las películas “Pueto pa’mi” (RD$46.3 millones), “¡Vamos de robo!” (RD$60.9 millones) y “Profe por accidente” (RD$52.6 millones).
Los ingresos por venta de taquillas animan a los directores como Archie López a producir una trilogía como “Lotoman”. En la primera entrega (2011) totalizó RD$96.4 millones por la venta de 673,759 entradas.
Después del éxito del primer filme, producir una secuela es catalogado como un riesgo por los cinéfilos, quienes expresan que en numerosas ocasiones las demás no satisfacen al público, acción que disminuye los ingresos. Así sucedió con “Lotoman 2.0” y “Lotoman 003” que recaudaron RD$75.7 millones y RD$72.9 millones, respectivamente. Según la DGCine, equivale a una disminución entre 21.4% y 55.4% respecto a la película original. En todo caso, el hecho de que generen menos ingresos no indica que deje de ser rentable la opción de segunda y hasta tercera parte.
Los comediantes Raymond Pozo y Miguel Céspedes encarnan a los personajes Tubérculo y Tirso, respectivamente, en el filme “Tubérculo Gourmet” (2015) y “Tubérculo Presidente” (2016), audiovisuales que atrajeron a 822,934 espectadores.
El primer filme recaudó RD$99.1 millones y la secuela RD$53.8 millones, es decir, un 45.7% menos en ganancias por venta de taquillas.
Los intérpretes Clarissa Molina, Raymond Pozo, Ozuna y Celinés Toribio recrean el romance en “Que león” en 2018. Un año después, el director Frank Perozo regresó a la pantalla grande con la secuela “Que leones”. Sin embargo, las recaudaciones por venta de taquillas disminuyeron un 89.7% entre ambas producciones al pasar de RD$102.1 millones a RD$53.8 millones.
Estrenos
El clásico de los años 90, “Nueba Yol: ¡Por fin llegó Balbuena!”, dirigida por Ángel Muñiz, es el punto de partida de las películas dominicanas que tienen secuela cinematográfica.
La producción dominicana narra las vicisitudes de Balbuena que emigra a Estados Unidos en búsqueda de una mejor vida. A esta les siguen “Balbuena en Nueba Yol 2” y “Nueba Yol III: Bajo la nueva ley” en 1997.
Muchas películas terminan convertidas en sagas debido a la acogida del público, otras veces porque así lo decidió el productor desde el inicio. Es el caso de los productores Carlos Moreno y Hugo Rodríguez, quienes estrenaron la trilogía “Rubirosa” en 2018. Estas películas recaudaron RD$13.8 millones por la asistencia de 49,008 espectadores al cine.
El también actor Roberto Ángel Salcedo ejerce el rol de productor en “Súper papá” (2017). En el audiovisual, el viudo Juan Antonio debe criar a sus seis hijos mientras tiene una batalla legal con sus suegros. La película familiar recaudó RD$32.7 millones y atrajo a 193,024 personas al cine.
Las ganancias llevan a Salcedo a estrenar la segunda parte, titulada “Súper familia” (2022), donde Juan Antonio encuentra un balance entre la educación de sus descendientes y el inicio de un nuevo matrimonio.