Luego de ocho años de puros disturbios sociales, políticos y económicos, la República Bolivariana de Venezuela, por primera vez, ve la luz al final del túnel y retoma la senda de la recuperación y crecimiento en su economía.
Claro está, la percepción de su mejoría depende del punto de comparación sobre la macro crisis que vivió el pueblo venezolano en el 2018, asediada por una hiperinflación descomunal, con escasez de alimento y medicamentos a todo lo largo del territorio.
Tomando en cuenta lo anterior expuesto, si comparamos la Venezuela actual con la de hace 4 años, no cabe dudas de que está mejor, no obstante, entre 2013 y 2021 su economía se contrajo en un 75% y que apenas en el último año hubo un crecimiento de entre 6% – 8%. Son efectos que se reflejan en la vida cotidiana de este pueblo, donde el 24.8% viven en situación de pobreza extrema y un 60% vive con inseguridad alimentaria entre moderada y grave.
Cuatros indicativos que nos dan señales de su recuperación:
Fin de la hiperinflación: El Banco Central de Venezuela emitió un comunicado informando que se habían cumplido 12 meses consecutivos con tasa inflacionaria inferior al 50%, lo que resulta a la salida de la espiral hiperinflacionaria en la que se encontraba inmerso desde 2013.
Producción petrolera en aumento: Partiendo de datos obtenidos de la OPEP, Venezuela había sufrido un retroceso histórico en los que apenas producían 434,000 barriles al día para noviembre del 2020, sin embargo, tomando en cuenta la producción del último semestre del 2021 y el primer semestre de este año 2022, Venezuela ha logrado mantener niveles de producción de entre 700,000 – 718,000 barriles diarios.
Regreso de aerolíneas y del entretenimiento internacional: Tras una ausencia prolongada de por varios años, muchas aerolíneas y artistas internacionales regresan al país. La debacle económica vivida en Venezuela había reducido el flujo de las aerolíneas de 25 a solo 5 entre 2014 y 2021, sin embargo, al menos 8 aerolíneas internacionales han iniciado acercamientos con miras a la posibilidad de operar nuevamente. Y para dinamizar la economía, el retorno de artistas internacionales es visible, como por ejemplo Emmanuel, Christian Castro o el cantautor colombiano Fonseca, quienes tenían más de una década sin pisar tierra venezolana.
Pronósticos de crecimiento económico: La Comisión Económica para América Latina (CEPAL), ubica a los venezolanos como uno de los países que más crecerá de la región, pronosticando un 5%, mientras que el Fondo Monetario Internacional (FMI) se apoya en un modesto 1.5%, por otro lado, la firma de inversión y banco Credit Suisse apunta al extremo del 20%.
Ahora, pese a cualquier pronostico favorable que podamos aceptar, expertos han alertado, que el rebote de la economía venezolana está tomando una dirección en forma de K. Esto quiere decir que, a diferencia de una recuperación en forma de V, que ésta indica una caída y recuperación de inmediato, o de en forma de U, que señala una recuperación más tardía, la K apunta hacia una caída rápida tras la cual hay una recuperación desigual en la cual algunos sectores resultan ganadores y otros, perdedores.
El concepto de recuperación económica en forma de K se hace popular a partir de análisis que fueron realizados en el 2020 partiendo de las reacciones económicas que viva Estados Unidos ante la crisis ocasionada por la pandemia del Covid-19.
La recuperación en forma de K venezolana es una recuperación divergida, ya que como se puede observar, la letra K pose en su tipología una línea vertical de la cual desprenden dos patitas: Una mirando hacia arriba y otra hacia abajo. La parte que se inclina hacia arriba representa los sectores económicos que están resultando ganadores, y la que se inclina hacia abajo, los sectores que se están perjudicando.
Entre los sectores que se encuentra en la parte inclinada hacia arriba podemos encontrar empresas vinculadas a la importación, por la sencilla razón de que el gobierno ha mantenido una marcada sobrevaluación del tipo de cambio, donde la tasa de deslizamiento del tipo de cambio con respecto al dólar es mucho más lenta que la inflación.
En cuanto a los sectores que se encuentran en la parte inclinada hacia abajo, se encuentran empresas vinculadas a la producción de bienes transables, empresas manufactureras, textiles, automotriz y la industria en general, sector turismo y construcción, ya que deben competir directamente con los productos importados cuyos precios son artificialmente más bajos debido a la sobrevaluación del bolívar.
También recordemos, que cuando hablamos de sectores que se benefician o se perjudican, estamos hablando de vinculaciones a familias, por lo que, la K afecta socioeconómicamente a la población en misma medida que a los sectores, lo que indica que hay una desigualdad económica y social en crecimiento.
Por otro lado, Caracas se ha convertido en una utopía frente al resto del país, ya que ha concentrado los mejores servicios, infraestructura, agua, electricidad, combustible, etc., dejando al resto del país afectado –con algunas excepciones– lo que implica que se está creando desigualdades territoriales muy importantes.
Sin embargo, encontramos una serie de rubros de altos precios destinados al consumo del 5% o 6% de la población venezolana, obteniendo así un gran dinamismo, mientras que un 94% de la población queda desterrada de todos estos beneficios. Lo que está generando es un modelo dual, en el cual las personas están adquiriendo productos de lujos importados o comprando carros de lujo, y a su vez están desagarrando bolsas de basura para buscar comida y viendo cómo pueden terminar el día.