La alta incidencia en la recuperación económica y el crecimiento sostenido que han registrado las zonas francas posicionan a ese sector como uno de los principales pilares de la economía dominicana. Este 2022 se proyecta como su mejor año en cuanto a crecimiento, inversión, generación de empleos y divisas, tal y como lo reflejan datos del más reciente estudio de impacto de Analytica, presentado en el marco de la celebración del Día Nacional de las Zonas Francas.
Este informe señala que en 2021 las exportaciones de bienes de zonas francas alcanzaron US$7,180 millones, con un crecimiento de 15% y 22%, respecto al 2019 y 2020, respectivamente, lo que representa el 7.6% del PIB.
Según el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), es importante resaltar que, considerando toda la cadena de valor, el sector de zonas francas devolvería a la economía dominicana al cierre de 2022, 14 veces lo que el Estado le invierte.
Estas cifras demuestran el cuantioso aporte de este sector a la estabilidad macroeconómica de República Dominicana en la última década y principalmente durante la pandemia. De hecho, la tendencia registrada en el primer trimestre de 2022 reflejó que las exportaciones totales de bienes y servicios de zonas francas superaron los US$10,000 millones, generaron divisas netas cercanas a los US$1,700 millones y tuvieron un 9.3% de crecimiento del PIB.
Similar panorama plantea el Banco Central en su informe de la economía dominicana de junio, donde indica que, durante el primer semestre de 2022, las zonas francas tuvieron un crecimiento interanual de 8.6% en el valor agregado real de este sector, asociado al incremento en la demanda externa que se refleja en las exportaciones de bienes bajo este régimen. Estas alcanzaron un monto acumulado de US$3,958.5 millones en enero-junio y una variación de 14.6% respecto al mismo período de 2021.
Pero ¿cuál ha sido la clave del crecimiento sostenido de las zonas francas? Analizando su comportamiento de los últimos 10 años se puede afirmar que la diversificación e incorporación de actividades industriales y de servicios han sido fundamentales en este proceso.
En 2021 existían 734 empresas de zonas francas registradas, de las cuales 567 eran industriales y 167 de servicios. Todas generaron 403,318 empleos entre directos e indirectos. Hablamos de un sector que sustenta su liderazgo mundial en la fabricación de productos textiles y de tabaco, además de productos químicos, joyas, productos médicos, aparatos eléctricos, servicios portuarios, de apoyo a negocios (BPO), contact centers, entre otros.
Refiriéndome al subsector de los Contact Centers, este juega un papel preponderante dentro de las zonas francas dominicanas: su incremento progresivo en materia de inversión acumulada (US$352.1 millones al cierre de 2021), empleos generados (pasaron de tener 12,578 empleos directos en 2012 a 27,698 en el primer semestre de 2022) y el aumento de la cantidad de empresas operando (de 56 en 2012 a 93 a junio de 2022) son una muestra irrefutable de su contribución al desarrollo económico nacional.
Según datos del Consejo Nacional de Zonas Francas de Exportación (CNZFE), los salarios de los Contact Centers ocupan el segundo lugar dentro del promedio mensual de las zonas francas con RD$29,542. Esta remuneración implica una mejor calidad de vida y acceso a empleos dignos para los trabajadores.
Es por esto que como país debemos seguir apostando a fomentar la continuidad del crecimiento de las zonas francas y elevar la competitividad. ¿Y qué precisamos para esto? Mayor tecnificación y aumentar la fluidez del idioma inglés en los colaboradores del sector.
Además, hay un compromiso más latente: se requiere aunar voluntades de todos los sectores para modificar el Código Laboral y priorizar el uso de esquemas más flexibles como el teletrabajo, que permite conciliar de forma más efectiva la vida personal y laboral. República Dominicana puede aprovechar esta oportunidad y posicionarse como un país más atractivo para las empresas que buscan operar bajo esta modalidad.
No hay dudas de que afianzar el liderazgo de las zonas francas en los mercados internacionales permitirá atraer mayor inyección de capitales, generación de empleos y divisas a un sector que se mantiene como motor generador constante de desarrollo económico nacional. La estrategia país debe enfocarse hacia ese objetivo.