La comida callejera es una opción para emprender con poco capital. Ese fue el caso de Rafael Pimentel, creador de “Rafamixito Burgers”, que inició sus operaciones en un “food truck” en Baní con una inversión de RD$3,500.
Su objetivo era vender hamburguesas por RD$50. Sea cual fuera la razón por la que cocineros emergentes trabajan en camiones de comida, la realidad es que incursionan en la informalidad.
El Banco Central dominicano (BC) registra que 4.4 millones de personas están laborando durante abril-junio de 2022. De este monto, 2.3 pertenecen al sector informal, es decir, el 52.2%. Al desglosar la rama económica, se evidencia que 669,429 personas trabajan en comercio, seguido del sector construcción (334,888), agricultura y ganadería (308,380).
Mercado
Algunos se lanzan a la aventura de estrenar un local con la intención de forjar su marca, tras conocerse y tener un público. Sin embargo, debido al costo de abrir un restaurante, se agrava la balanza entre ingresos y egresos.
“Extendí mis operaciones con un local en Santo Domingo, pero la clientela es exigente. Ha sido duro posicionarme aquí, porque es mucho trabajo y el público es muy diferente al de Baní. Además, existe competencia entre los negocios y muchos de ellos merecen el éxito”, considera Pimentel. Asegura que el mercado gourmet de Santo Domingo es “sólido”, pero el emprendedor se enfrentó a realidades que desconocía.
“Tener un establecimiento conlleva pagar luz eléctrica, agua, renta y los clientes se quejan de la insuficiencia de parqueos, por eso me planteo volver el negocio una franquicia”, sostiene.
Sin embargo, reconoce las dificultades para materializar su meta. “No tengo presupuesto para ser una franquicia, por eso necesito ayuda del sector empresarial para que coloque el capital y yo el conocimiento”, acotó. El emprendedor estima que 300 personas semanales visitan su negocio, lo que serían 1,200 comensales cada mes.
Mientras, el menú presenta 20 variedades de platos, siendo el más solicitado el bacon cheeseburger por un precio de RD$300, acompañado de un jugo de limón por RD$100.
A pesar de que este platillo es frecuentado por sus clientes, destaca que la “carremix”, es demandada por los grupos de familias y amigos.
“Es una carretilla para 60 personas, su precio dependerá si es yaroa (RD$30,000) o frituras (RD$75,000)”, explica.
Marketer registra que nueve de cada 10 usuarios de internet en América Latina usan redes sociales. Ante esto, Pimentel señala que tuvo que “subirse a la ola” y crear contenido para captar un nuevo público y dar a conocer su trabajo en redes sociales.