Renault considera que está cumpliendo por adelantado los objetivos que se fijó para su plan estratégico de recuperación Renaulution y por eso se ha marcado nuevas metas, que en el terreno financiero deberían traducirse en un margen operativo que subirá por encima del 8% en 2025 y del 10% en 2030.
En un comunicado publicado este martes, el grupo automovilístico francés presenta la tercera fase de su plan Renaulution, que no duda en llamar la “Revolución”, con la que no solo espera duplicar el margen operativo en tres años, sino también incrementar el flujo de caja.
En ese caso, confía en que sea superior a los €2,000 millones anuales de media en el periodo 2023-2025 y superior a los €3,000 millones también de media entre 2026 y 2030, frente a €1,272 millones en 2021.
El restablecimiento de las cuentas debería permitirle volver a pagar dividendos en 2023, a cuenta de los beneficios de este año, después de varios ejercicios de sequía para sus accionistas, y eso no tiene que ser más que un primer paso.
La intención de la dirección es incrementar “progresivamente y de forma disciplinada” el porcentaje de distribución de los beneficios entre los accionistas para llegar al 35% del resultado neto.
En paralelo, se ha fijado igualmente como ambición elevar el porcentaje de capital en manos de sus empleados hasta el 10% en el horizonte de 2030.
Después de haber salido de los números rojos en 2021, en el primer semestre de 2022, Renault logró un margen operativo del 4.7% (2.1% en el mismo periodo un año antes) y, al dar cuenta de esos resultados en julio ya revisó al alza sus objetivos y avanzó que se proponía llegar a superar el listón del 5% para el conjunto de este ejercicio.
El director financiero, Thierry Pieton, estima ahora que lo que la empresa ha conseguido en términos de restablecimiento financiero en dos años “es destacable y no nos detendremos ahí”, gracias a un negocio en crecimiento y a su aceleración con financiaciones externas y alianzas.