Expertos y líderes en agua y clima han defendido este martes en Sharm el Sheij (Egipto), donde se celebra la XXVII Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Cambio Climático de Naciones Unidas (COP27), la importancia de mejorar la gestión y la gobernanza del agua para frenar los efectos del cambio climático y demandan a la comunidad internacional “a tomarse en serio el agua”.
“No hay tiempo que perder. Ahora es el momento de tomar en serio el agua como un imperativo para la acción climática”, han reclamado expertos y líderes en agua y clima en una declaración conjunta en el marco de la Cumbre.
En su declaración, instan a los países a que el documento final de la negociación de la COP27 reconozca la importante contribución que el agua puede hacer de la mitigación y la adaptación climática y que enfaticen estas cuestiones, así como la importancia de proteger, conservar y restaurar el agua y los ecosistemas relacionados con el agua.
En ese sentido, urgen a los gobiernos a establecer políticas, conocimientos y herramientas eficaces para gestionar el agua para múltiples objetivos en un clima que cambia rápidamente. En la actualidad, el 60% de los estados miembro de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) revelan una disminución de sus capacidades en el seguimiento hidrológico y, por lo tanto, en la prestación de apoyo a la toma de decisiones en el nexo agua, alimentos y energía.
De hecho, más del 50% de los países del mundo no cuentan con un sistema de gestión de calidad para sus datos relacionados con el agua. Solo alrededor del 40% de los países en todo el mundo tienen buenos sistemas de alerta temprana de inundaciones y sequías en funcionamiento.
Por otro lado, reclaman a los jefes de Estado y de gobierno que tomen urgentemente medidas más integradas sobre el agua y el clima para reemplazar el enfoque fragmentado existente en el que el agua a menudo se considera un problema como “parte de la solución” para lograr los objetivos del Acuerdo de París.
El evento, auspiciado por la Organización Meteorológica Mundial, concluye que una mejor gestión de los recursos hídricos tendría “múltiples beneficios”, incluida la reducción de los desastres relacionados con el agua, el fortalecimiento de la adaptación y la resiliencia climáticas, y la ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
La declaración insiste en que el desafío es “urgente” porque los impactos del cambio climático a menudo se sienten a través del agua. En un comunicado, señalan que a medida que la atmósfera supera un grado de calentamiento por encima de los niveles preindustriales, el nivel del mar aumenta y la criosfera se derrite, los efectos del cambio climático se sienten como nunca antes.
Así, añade que las inundaciones resultantes, las olas de calor, las sequías, las tormentas y el aumento del nivel del mar en todo el mundo empeorarán progresivamente a medida que el calentamiento continúe hacia 1.5 grados y más.
El comunicado se publicó justo antes de la mesa redonda de alto nivel sobre Seguridad Hídrica durante la Cumbre de Líderes en la COP27, dado que la presidencia egipcia ha fijado el agua como una de las prioridades en las negociaciones de la cumbre.
La OMM recuerda que en la actualidad 3,600 millones de personas se enfrentan a un acceso inadecuado al agua al menos un mes al año y se espera que esa cifra aumente a más de 5,000 millones para 2050. Así, ONU-Agua estima que entre 2002 y 2018 el 74% de todos los desastres naturales estuvieron relacionados con el agua, ya sea en forma de sequías o inundaciones.
Por lo tanto, los peligros relacionados con el agua son una parte importante de la nueva iniciativa para lograr alertas tempranas para todos en los próximos cinco años, lanzada el lunes por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El grupo de Líderes del Agua y el Clima asocia a 18 organismos que toman decisiones políticas de algo nivel. Brinda orientación estratégica sobre la integración de las agendas del agua y el clima, ademá de liderar una coalición internacional encabezada por la OMM y nueve agencias de la ONU, como la Asociación Mundial del Agua.
Uno de sus miembros es el presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon, que ha señalado que más de 1,000 de los 14,000 glaciares del país se han derretido por completo y que el volumen total de los glaciares de Tayikistán, que constituyen más del 60% de los recursos hídricos de la región de Asia Central, se ha reducido en casi un tercio.
Por su parte, el ministro de Recursos Hídricos e Irrigación de Egipto, Hani Sewilam, ha expuesto cómo el país se enfrenta al estrés hídrico, en una nación donde el río Nilo es un elemento vital y ha advertido de cómo África es particularmente vulnerable a los peligros y la escasez relacionados con el agua.
El grupo incluye también al ex presidente de la República de las Islas Marshall, ex primeros ministros de la República de Togo y de la República de Corea, así como representantes de alto nivel de entidades de la ONU, la sociedad civil, el sector privado sector, y un enviado de la juventud.
El grupo ha expuesto los beneficios que proporcionaría una mejor gestión de los recursos hídricos como la reducción del riesgo de desastres inducidos por el clima; la mejor gestión de humedales, represas y otros depósitos de agua, con salvaguardas adecuadas, brindando opciones para medidas de precaución y respuestas de emergencia cuando ocurren tales eventos; la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
“Le pedimos que priorice los sistemas de alerta temprana para inundaciones, sequías y otros peligros relacionados con el agua, así como también optimice los almacenamientos de agua en sus estrategias de reducción del riesgo de desastres”, dice el comunicado.
Además, observan que mejorar la resiliencia y la seguridad ante el cambio climático contribuiría a una mejora de los derechos humanos y los medios de subsistencia, el desarrollo económico, la reducción de la pobreza, la creación de empleo, la salud pública, la igualdad de género y el mantenimiento de la biodiversidad.
“Les pedimos que tengan en cuenta la disponibilidad actual y futura de agua dulce, en el contexto de una demanda creciente, al asignar agua a diferentes sectores y cumplir con sus prioridades sociales y ambientales y sus medidas de mitigación y adaptación al cambio climático”, dijeron los líderes.