Las críticas que, en principio, hicieron las autoridades recién llegadas al poder en agosto de 2020, a los niveles de gastos en el sector eléctrico quedaron, no solo en el pasado, sino en el olvido, pues resulta que en los últimos dos años, el subsidio a ese sector se ha sobre duplicado, debido a los elevados costos de los combustibles de generación y al incremento de las pérdidas de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (EDE).
Las estadísticas oficiales publicadas por la Dirección General de Presupuesto (Digepres) indican que el año pasado el subsidio eléctrico aumentó un 64%, al pasar de RD$33,295.4 millones en 2020 (en pandemia) a RD$54,603.1 millones durante el 2021.
Pero este año la situación apunta a mucho peor, pues en principio, las autoridades presupuestaron un gasto para subsidiar el sector eléctrico por el orden de los RD$53,770 millones. Sin embargo, dados los incrementos en los precios del combustible de generación, ha sido necesario habilitar una partida adicional de RD$33,692.7 millones en el presupuesto reformulado.
Lo anterior indica que para este 2022 el sector eléctrico estatal absorberá el récord de RD$87,462.7 millones (60.1% más que en 2021) o su equivalente en dólares de US$1,600.1 millones. Eso, aun con los incrementos en la tarifa eléctrica que se aplicaron hasta junio, lo cual debió contribuir con una mayor eficiencia de las recaudaciones de Edenorte, Edesur y EdeEste, lo cual no fue así.
Más pérdidas
Al inicio de la gestión gubernamental, en agosto de 2020, el presidente Luis Abinader ordenó continuar con el suministro de energía 24 horas para todos los sectores del país, sin importar los niveles de cobranzas, tal como habían dispuesto las autoridades anteriores, por la pandemia que mantenía a los ciudadanos en sus hogares.
Sin embargo, esa medida, positiva en su momento, tenía la consecuencia de provocar mayores pérdidas en las EDE, debido a que estaban comprando más energía y cobrando menos por su suministro, especialmente en sectores que no pagan la luz o que tienen tarifa fija.
A eso se agrega el incremento en los precios de los combustibles de generación en el mercado internacional (fuel oil de petróleo, gas natural, carbón mineral) por los efectos de la crisis bélica entre Rusia y Ucrania. Esta situación absorbió por completo los incrementos dispuestos en la tarifa eléctrica de forma trimestral entre finales de 2021 y mediados de 2022.
El resultado es que ahora las EDE tienen mayores pérdidas, pues solo facturan el 65% de la energía que compran a los generadores, lo cual implica un 35% de pérdidas irrecuperables, pues no se computan ni siquiera como cuentas por cobrar. También está otro 5% de pérdidas adicionales, porque las tres empresas, en promedio, solo cobran el 95% de la energía que facturan a sus clientes.
Con pérdidas que superan el 40%, las tres EDE (Edenorte, Edesur y EdeEste) están absorbiendo el equivalente al 9.3% de los RD$937,000 millones que el Gobierno espera recaudar este año.
Entre enero y octubre de este año ya el sector eléctrico ha absorbido RD$63,374.8 millones. Eso es un 32% superior a los RD$48,027.1 millones que había recibido en igual período de 2021, aun cuando el año pasado había menos interrupciones y la tarifa era más baja.
El 2023 apunta a que el sector eléctrico será más costoso para el Estado
Para el próximo año 2023 el Gobierno ha decidido asignar una partida presupuestaria de RD$70,000 millones para cubrir el subsidio al sector eléctrico. Eso es más que los originalmente presupuestados este año, pero menos de los que realmente se van a gastar.
El problema es que las EDE no tienen proyección de mejorar su eficiencia para el próximo año, toda vez que se retrasaron en el proceso de compras de equipos, insumos, medidores y otros implementos para aumentar la cantidad de clientes y así mejorar sus recaudos.
A lo anterior se agrega la amenaza de aumentos mayores en los precios del gas natural, principal fuente de combustible para la mayoría de las generadoras del país. Esto así, porque los contratos vigentes de suministro de ese combustible para el país se vencen en los próximos meses y en un escenario de escasez por el conflicto Rusia-Ucrania, será más difícil contratar el suministro a los precios actuales. Serán más altos.
Mientras tanto, las autoridades guardan silencio, pues el Gabinete Eléctrico, que encabeza la vicepresidente de la República, Raquel Peña, aún está en proceso de coordinación, luego de que el presidente Abinader se viera en la necesidad de sustituir al presidente y vicepresidente ejecutivo del Consejo Unificado de las EDE, ya que tenían serias diferencias de criterios en sus ejecutorias.
Los nuevos titulares Manuel Lara y Manuel Bonilla, que sustituyeron a Antonio Almonte y Andrés Astacio, están, todavía, en los procesos de adaptación y readecuación de algunas decisiones erradas que se habían tomado previamente.