El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD) considera que este año 2022 pudo haber sido mejor, pero no se queja. Los resultados que muestra el 2022, en términos macroeconómicos, satisfacen las expectativas de esa entidad. Por supuesto, no todas las metas parecen haberse cumplido.
El ministro Pavel Isa Contreras afirma que el 2022 termina siendo un año macroeconómicamente muy bueno, aunque no podía haber sido tan bueno como el 2021, ya que ese fue de recuperación extraordinaria con crecimiento de doble dígito. “Por supuesto que veníamos de una caída muy fuerte y parte de la recuperación fue simple rebote, pero la verdad es que crecimos más que el rebote”, sostuvo.
Estimó que este año terminará con un crecimiento del producto interno bruto (PIB) no menor del 5%. El marco macroeconómico lo estima en 5.3%, que es mayor a la previsión que se había hecho en agosto. Indicó que es un crecimiento que está en la marca histórica, a pesar de un contexto internacional relativamente desfavorable.
En lo que tiene que ver con el empleo, el ministro señaló que se ha venido recuperando y ya está en los niveles previos a la pandemia.
Sin embargo, destaca que aún hay importantes desafíos en cuanto a la composición de la calidad. Observa que cuando se mira el mercado laboral informal y formal se muestra un cierto deterioro, ya que la informalidad subió al menos dos puntos porcentuales.
“Si antes lo teníamos en 52%, ahora lo tenemos en 54%, dependiendo de cómo te lo midan. El empleo total se ha recuperado, pero la composición del empleo formal e informal se deterioró, lo cual es entendible porque crear un empleo informal es mucho más barato. Por otra parte, las empresas formales fueron más cuidadosas al recontratar en el contexto de la recuperación”, explicó.
Inflación
Uno de los elementos que considera positivos a partir de la segunda mitad de 2022 es que la inflación está cayendo y lo está haciendo más rápido en República Dominicana que en la mayoría de los países. Refiere que las previsiones indican que terminará este año en 7.1%. “Será de 7.5% o menos, lo que indica que terminará por debajo del año pasado”, subrayó el titular de Economía.
Refiere que el contexto internacional, especialmente porque los precios del petróleo han venido cediendo, ha sido un factor que ha ayudado a que haya una mejor respuesta de la inflación. Además, reconoce que la política antiinflacionaria ha sido efectiva, partiendo de las medidas monetarias contractivas tomadas para enfrentar el alza en los precios. Es de la opinión de que estas medidas también han ayudado a evitar una fuga de capitales.
En cuando a los efectos negativos que pudieran tener estas medidas de contracción, señala la baja en la tasa de cambio, lo cual afecta los sectores exportadores. Sin embargo, indica que las actividades generadoras de divisas no se dieron cuenta, pues a pesar de que han estado recibiendo menos pesos por dólares, el sector externo siguió en una buena situación. “Las exportaciones van a romper récord este año con más de US$14,000 millones, lo cual constituye una cifra muy significativa. Tanto las exportaciones de zonas francas como las nacionales están creciendo”, explicó.
En lo que respecta la atracción de inversión extranjera, estimó que lo más probable es que terminen en alrededor de US$3,800 millones, lo cual se constituye en una cifra récord. Destacó que esos capitales extranjeros han ido efectivamente a sectores productivos, tales como en industria nacional, zonas francas, comercio, minería y otras áreas.
Remesas
Las remesas está entre las otras actividades que el ministro de Economía destaca. Indicó que este segmento alcanzó “un nuevo normal”, al comparar los niveles actuales con la situación de prepandemia, a pesar de que registraron una reducción respecto al año anterior y que es por razones obvias. “Las ayudas federales de Estados Unidos a su población, como resultado de la pandemia, disminuyó, pero se mantienen a un nivel superior al año pasado. Las remesas tienen un efecto muy fuerte en la economía.
El volumen de remesas explica el 30% de las importaciones de este país. Para decirlo de alguna manera, el 30% de lo que compramos en el exterior lo pagamos con remesas, lo cual tiene un efecto muy fuerte en la demanda. Las remesas equivalen al 10% del consumo nacional”, destacó Isa Contreras, quien explicó que este año el sector externo ha mostrado mucho dinamismo.
A su entender, estos resultados se han estado logrando con una situación fiscal relativamente sana, aunque no la “que quisiéramos”. Dice que lo que hubieran querido desde el Gobierno es que el déficit fiscal fuera menor al dígito, y no porque el que se espera este año (igual que años anteriores) fuera particularmente alto.
Sí admite que este cúmulo de déficits anuales empuja la deuda pública, aunque no a niveles inmanejables, pero con presiones sobre las finanzas públicas, ya que es necesario destinar cada año más del 20% de los ingresos tributarios para pagar intereses sobre la deuda pública.
Empero, destaca que, a pesar del contexto, la deuda pública seguirá en un nivel razonable. “Estamos hablando de un déficit que cerrará cercano al 3.8% del PIB, que es lo que se previó en el Presupuesto reformulado o menos. Dado el contexto, especialmente la política subsidio, que ha sido un elemento fundamental en la política inflacionaria, a pesar de eso el déficit se mantiene en un nivel relativamente bajo o razonable”, explicó.
El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo sabe que ha habido éxitos en la contención de la inflación, la cual será una de las cartas para mostrar en este año. Sin embargo, considera que será costoso para el Estado.
“La política inflacionaria ha sido efectiva, pero el costo es enorme y tenemos que, sencillamente, reconocerlo. Hasta las proyecciones que teníamos al 2 de noviembre de este año, esto nos iba a costar el equivalente al 0.9% del PIB, sólo en lo relativo a los subsidios dirigidos a contener los aumentos de precios, tales como los combustibles, transporte, fertilizantes y energía eléctrica, lo cual no estaba presupuestado”, sostiene.
Como elemento alentador, destaca que los precios del petróleo han venido disminuyendo y se han mantenido en torno a los US$75 el barril. “El costo fiscal de la política (aplicada este año) es muy significativo y ese costo se refleja en dos cosas. Primero, un volumen de inversión pública menor de lo originalmente previsto en el Presupuesto y, por otra parte, a un aumento del déficit fiscal. Esa combinación te da ese monto de 0.9% que pudiera ser de 0.8%, lo cual sigue siendo significativo”, señaló.
¿Qué se espera para el 2023? El ministro de Economía, Planificación y Desarrollo estima que será un año con un desempeño macroeconómico relativamente bueno y crecimiento del PIB estimado de 4.5%, lo cual es menor al de este 2022, pero que sigue siendo “un crecimiento decente”. A su entender, este desempeño es suficiente para mantener la tasa de desempleo estable o reducirla un poco, ya que al final de lo que se trata es de generar un impacto en el empleo.
En lo que compete a la inflación, Isa Contreras destaca que las previsiones indican que los precios se irán normalizando de 3% a 5% probablemente a mediados de año.
Con esto quiere decir que el 2023 pinta a que será un buen año, lo cual pudiera ser considerado como una “sorpresa” (positiva) si se parte de que el país (y la economía) viene de un período de pandemia.
Proyectos de inversión aprobados
El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo informa que en noviembre de 2022 fueron aprobados 32 proyectos de inversión pública para un total acumulado de 442 proyectos entre enero-noviembre, con lo que se registra un crecimiento de 94.7% respecto al mismo periodo del año anterior.
La información, contenida en el informe DATOSNIP, elaborado por la Dirección General de Inversión Pública, establece que el costo total de los proyectos aprobados en noviembre pasado fue de RD$5,557.5 millones, para un acumulado del año de RD$245,886.5 millones.
El documento puntualiza que el 65.2% de los proyectos aprobados entre enero-noviembre corresponden al Gobierno central (288 proyectos), seguido de un 17.4% por parte de los gobiernos municipales (77 proyectos) y un 15.4% de las Empresas (68 proyectos).