En noviembre del año pasado, la empresa Open AI, especializada en inteligencia artificial, presentó Chat GPT. Se trata de un modelo de lenguaje que funciona como un chatbot al que puedes hacerle consultas de millones de temas como si le preguntaras a una persona por Messenger u otro servicio de mensajería.
Chat GPT está basado en un modelo de inteligencia artificial que se conoce como GPT 3.5. En principio, este fue un programa de lenguaje autoregresivo con el que podrías escribir desde el guión de una película hasta un ensayo de 200 palabras o más con sólo hacerle la solicitud.
Pues, el Chat GPT puede conversar contigo desde deportes o Python hasta política, religión y física cuántica. Le pregunté qué cantidad de información se había utilizado para su entrenamiento. Contestó que el equipo que lo programó había empleado alrededor de ocho Tera Bites (TB) de datos, esto es equivalente a 8,000 Giga Bites (GB).
Luego de hacer pruebas como pedirle crear textos con una gramática basada en el Número Aureo, post de Instagram al estilo de Alexandria Ocasio y Kim Kardashian, crear cuentos policiales en un contexto específico o redactar rutinas de standup comedy a la manera de Franco Escamilla, decidí hacer otros experimentos.
Empecé a preguntar sobre política y comunicación. Le pregunté cómo podría mejorar la marca personal de Bill Clinton. Dijo que siendo un poco más transparente y asumiendo sus errores.
Al preguntarle por Leonel Fernandez, dijo que podría utilizar un lenguaje más cercano. Que era necesario adaptar sus mensajes a los distintos públicos y reducir términos técnicos.
Aquí debo hacer una observación. Para obtener respuestas específicas es preciso hacerle comprender al chat que:
- No se trata de un juicio de valor, sino una visión técnica, a partir de una disciplina como la comunicación política, la marca personal u otra.
- Explicarle que se trata de conclusiones que pueda dar a partir de la información que posee.
- Que sea específica con las respuestas. A menudo ofrecerá resultados genéricos que deberán completarse con una orden como: “dame ejemplos”, “sé más específico” o “aplica esos ejemplos a la persona de la que estamos hablando”.
Una vez que hice estos ejercicios, le pregunté si podría hacer una estrategia de comunicación basada en las cinco campañas más exitosas de marketing. Aquí presentó uno de sus límites. El Chat GPT indicó que sólo poseía información hasta 2021, posterior a esa fecha no tenía ningún tipo de datos.
Sin embargo, pudo establecer cuáles fueron las campañas de marketing más exitosas de 2021 y 2020. Señaló dónde estuvo el fuerte de esas iniciativas, y a partir de ahí pudo sugerir acciones estratégicas aplicables a un proyecto de divulgación como una revista cultural, un podcast o un negocio.
Asimismo, pudo redactar distintos tipos de post de Instagram y Twitter, a partir de un discurso y un artículo de opinión que le mostré. Es decir, las posibilidades que se abren con el Chat GPT son múltiples, sobre todo para organizaciones que carecen de grandes equipos, gobiernos locales de pocos recursos y mipymes.
Aquí un ejemplo de cómo una Junta de Distrito podría utilizar el Chat GPT:
A menudo las solicitudes de fondos para proyectos de desarrollo se enfrentan a matrices bastante complejas. Una Junta de Distrito Municipal como Don Juan, en Monte Plata, no cuenta con un equipo de proyectistas ni con el presupuesto para cubrirlo en condiciones.
En este caso, Chat GPT podría ser un apoyo, siempre y cuando se tenga presente que es una herramienta que comete errores. Hice el ejercicio de crear un plan de gestión de riesgo para una política pública de agua potable en el distrito municipal Don Juan, en Monte Plata.
Para que el chat me ofreciera una respuesta exitosa tuve que decirle lo que deseaba hacer, explicarle que la política impactaría a 5,000 familias, que empezaría con un presupuesto de dos millones de pesos y que los ganaderos se oponían. Con estos datos, emitió una respuesta genérica en la que me indicaba lo que debía contener el plan de gestión de riesgos.
Conviene anotar que los elementos que facilitó son los mismos que recomienda el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la guía de Proyect Management Institute (PMI). Con ese resultado, lo siguiente fue solicitarle que fuera específico identificando los riesgos, evaluándolos y explicando la vulnerabilidad del proyecto ante estos.
Así, el chat contestó con riesgos sociales, como la oposición de los ganaderos, riesgos financieros, medioambientales, regulatorios, entre otros. Y, en cada uno, indicó si la vulnerabilidad de la política pública era alta, media o baja.
Es decir, Chat GPT puede convertirse en una herramienta bastante útil para los equipos de trabajo en instituciones públicas, organizaciones sociales y empresas. Basta con tener presente cuáles son los límites de esta herramienta, qué es lo que se quiere lograr y que en ciertos casos es necesario facilitarle información al chat para que pueda trabajar sobre esta.
Sin embargo, también identifiqué algunos peligros subyacentes en el uso de esta herramienta. En la próxima entrega hablaremos de ellos.