El reporte del Banco Central sobre la inflación en 2022, cuando se mira por los quintiles, establece que el comportamiento de los índices de precios por estratos socioeconómicos muestra que los de menores ingresos, es decir el 1.2 y 3, registraron variaciones de 1.05%, 1.04% y 0.97%, respectivamente, debido, principalmente, al mayor peso relativo de los alimentos en las canastas de los referidos quintiles, incidiendo también la variación en los índices de los bienes y servicios diversos.
En cuanto a los quintiles de mayores ingresos (4 y 5), estos arrojaron tasas de inflación de 0.92% y 0.89% respectivamente, las cuales se explican en mayor medida por el comportamiento de los índices de precios de los alimentos, servicios de transporte aéreo, vehículos, artículos y servicios de cuidado personal y servicios de comida fuera del hogar.
Esto tiene una sola lectura: los pobres han sufrido más la inflación.