Semana Santa es una época en la cual muchas personas aprovechan para salirse de la rutina. Hacen una pequeña pausa para desconectar, relajarse y compartir con la familia. Las opciones para disfrutar de los días feriados van desde ir a la playa a comer pescado, hasta retirarse al campo a degustar las tradicionales habichuelas con dulce.

Es así como saborear los platos típicos de estas fechas y las vacaciones se pueden convertir en un buen motivo para excederse. Sin embargo, esto no es lo mejor para la salud. “Es bastante común. Las vacaciones alteran nuestra rutina diaria al tener más tiempo para el ocio y el disfrute, así mismo cambia nuestro patrón alimenticio pues ya no comes en casa sino en restaurantes”, dijo a elDinero la doctora Tammy Toribio, nutrióloga clínica y médico estético-láser.
Como resultado, un año tras otro las cifras demuestras las consecuencias de esos excesos. En el 2022, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) notificó en los primeros dos boletines del operativo “Conciencia por la vida, Semana Santa 2022”, 290 personas intoxicadas, de las cuales 206 fueron por ingesta de alcohol y 84 por alimentos.
Dieta
Es un hecho. Durante la cuaresma, una gran cantidad de dominicanos cambian sus hábitos alimenticios. Por ejemplo, por motivos religiosos la población hace abstinencia del consumo de carne roja. Es ese sentido, un estudio indica que el mes de mayor consumo de productos de la acuicultura y la pesca es abril, coincidiendo con la Semana Santa. Aumenta en un 40%.
Como tal, consumir ese alimento en no representar un problema. No obstante, para la nutricionista, “que no se respete la cadena de frío en pescados”, sí puede implicar un riesgo. Además de eso, para los menos apegados a las tradiciones religiosas, la doctora tiene otras indicaciones.
“El mayor riesgo siempre ha sido los alimentos comprados en la calle que no hayan sido preparados de forma higiénica, productos mal cocidos, vencidos o alergias”, dijo, al tiempo que agregó que otro motivo de alerta pueden ser “los famosos choques de sazones, y claro el consumo excesivo de alcohol”.
Acerca de las combinaciones de alimentos, recomendó evitar las habichuelas con dulce y chicharrón de cerdo, consumir productos fritos en aceites mal conservados, alejarse de comidas muy condimentadas o picantes, “y claro, las lechugas más lavadas y pescados crudos como el sushi que estuvieran en mal estado”.
Sobre todo, la Dra. Toribio aconsejó consumir los alimentos con moderación y ante la posibilidad de realizar viajes extensos, “la buena elección y previa organización de un menú es vital”. Aun estando en la calle, indica que es bueno tener a mano siempre agua potable, frutas u otros alimentos para las meriendas.
Para aquellas personas con rutinas de ejercicio, recomienda mantener, en lo posible, la actividad física. “Es lo mejor y si el lugar donde van tiene un gimnasio, dedicar así sea 30 minutos a realizar actividad física y si es al aire libre, es una excelente idea”.
En cuanto a los más pequeños de la casa, la doctora señala que los padres son los responsables de la alimentación. “Lo ideal es que tengan sus meriendas y termos con agua para cada miembro de la familia pues la deshidratación de los niños es muy común por los choques de calor y pasar el día jugando en playas o balnearios”.