El Ministerio de Obras Públicas se ha vuelto todo un misterio. Publica muchas obras en construcción, pero pocas terminadas o avanzadas. La autopista Duarte es el ejemplo más puntual. No se sabe cuánto se ha gastado en la publicidad para anunciar “o informar” que el Gobierno construye, reconstruye, rehabilita y habilita esta vía, considerada la más importante del país.
Lo mismo pasa con caminos secundarios o vías, muchas de las cuales tienen un gran avance, pero no terminan de inaugurarse por “detalles”, como sucede con la carretera Maimón-Cotuí. En este mismo sentido, la carretera Rancho Arriba-San José de Ocoa ya es un tema viejo, pero también ha tenido la atención de la actual gestión sin que haya pasado algo.
En fin, este Ministerio es todo un misterio en publicar obras que no están más con el primer picazo, comenzadas o con atrasos.