En mi larga vida de asegurador y asesor, he visto muchas situaciones que me servirán para reflexionar con ustedes, la necesidad de asegurar no solo los bienes que hemos logrado con esfuerzo, también la responsabilidad que tenemos con los daños que podamos ocasionar a las demás personas en su cuerpo o sus bienes.
Muchos países como el nuestro, obligan a los ciudadanos que adquieran un vehículo, tengan seguros para cubrir los daños que puedan ocasionar a terceros. También la obligación de los seguros de accidentes de trabajo y salud para las empresas garantizarles a sus empleados su bienestar. Esto sumado a que usted garantiza la continuidad de las operaciones, en caso de un siniestro, para mantener su estatus y también cumplir con el compromiso que asumió con la sociedad suministrándole productos o servicios.
Nadie puede responder ante los danos ocasionados por sí solo, a menos que no sea muy rico y mantenga reservas efectivas para esas eventualidades. Solo pagando una prima muy pequeña con relación a las responsabilidades que sus acciones y bienes pudieran ocasionar a terceros, pueden las personas comunes, cumplir con estas obligaciones de ley y morales.
En México, para un ejemplo cercano, los accidentes de transito son la segunda causa de producir pobreza. No sé cómo lo estarán calculando, pero es catastróficos que solo la tercera parte de los vehículos cuenta con seguros, a pesar de que es obligatorio. En nuestro caso es conocido que tenemos más del 45% vehículos sin seguros, a pesar de ser el segundo país con mas accidentes y muertes del mundo.
Tenemos tres millones de motocicletas rodando en nuestras calles sin ningún control y menos educación que producen mas del 70% de los accidentes, por lo que tenemos tantos heridos y muertos ya que la carrocería del motor es el propio conductor y pasajero, agravándose en su mayoría, por no contar con una aseguradora, que responda o respalde a los involucrados.
Varias cosas ocurren después de un accidente: Si tenemos una buena cobertura, la aseguradora nos acompaña en todos los sentidos. Nos hace la fianza para no estar preso, nos asigna abogado y en ultima instancia si somos los culpables, paga las pérdidas y repara mis danos. Siempre que tengamos contratado los limites suficientes. Cuando no tenemos seguros, tendremos que responder con nuestros propios recursos, pero imagínese que hay muertos y muchos daños. Es una verdadera tragedia.
En otra ocasión un cliente compro un camión, le dijeron que tenía seguros y como tenía urgencia, solo atino a firma el traspaso donde figuraba como dueño. Pues en su primer viaje el camión se le fueron los frenos, se desvío y mato dos personas que dormían en su casa. Ese evento le costó RD$3 millones de pesos, que le ocasionaron la quiebra de su pequeño negocio. El seguro no respondió, primero porque el contrato requiere hacer el traspaso, y porque además los limites eran muy bajo.
En otra ocasión fue peor, un cliente vendió el camión, pero el comprador lo uso de inmediato, y antes de hacer los tramites de traspaso, del vehículo, el cual se había excluido de la póliza ocurrió el accidente, y la demanda fue sobre la empresa que aun figuraba dueña del camión, quien debió cubrir las perdidas, ya que el conductor era insolvente. Es mejor tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo.