La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de emitir su comunicado de prensa relativo a la revisión que se le hizo a la economía dominicana en el marco del Artículo IV, del que nuestro país es signatario. Hay más de un tema que llaman a la atención, como es lógico.
En mi caso hay dos: el relativo a la necesidad de aprobar un marco regulatorio para las cooperativas de ahorro y crédito y, muy importante, el que se refiere a la recapitalización del Banco Central, pues entiendo que le estamos dando larga (en el tiempo) a este asunto, lo que pudiera generar situaciones difíciles en el mediano plazo.
La deuda del Banco Central es de aproximadamente US$19,421 millones, es decir, cerca del 27% de la deuda total consolidada del sector público, la cual cerró marzo de este año en US$71,944 millones. La verdad hay que decirla: este tema es serio porque les quita holgura a las autoridades monetarias.
Es el FMI el que alerta sobre este tema cuando afirma que “la recapitalización del Banco Central profundizará su autonomía, en tanto que una estrategia para seguir profundizando el mercado cambiario y ampliar el uso de mecanismos de cobertura también apuntalará el marco de metas de inflación”.
Cuando se aprobó la Ley de Recapitalización 167-07, al Banco Central se le reconocieron pérdidas por RD$202,140.6 millones al cierre del año 2005, de los cuales RD$39,535.7 millones, 19.6%, fue generado desde la creación de la institución hasta el 31 de diciembre de 2002, mientras que el restante, ascendente RD$162,604.9 millones, equivalente a un 80.4%, se generó tras la crisis bancaria de 2003.
La legislación autorizaba al Ministerio de Hacienda a emitir bonos para recapitalización del Banco Central por hasta RD$320,000 millones, quedando facultada a realizar las correspondientes emisiones parciales anuales con cargo al mismo en el período comprendido entre 2007 y 2016. Como es conocido por todos, esta legislación fue pasada por alto, aunque ahora hay una proporción que se coloca en el Presupuesto equivalente al 0.05% del PIB, lo cual es insuficiente.
Lo cierto es que, desde hace muchos años, porque sabemos lo importante que es, hemos venido abogando por que el Banco Central, responsable de la política de mantener la confianza macroeconómica, disponga de los recursos necesarios para pagar su deuda producto de las medidas que ha tenido que tomar para garantizar la estabilidad luego del colapso de tres entidades financieras.
También hemos dicho, desde hace muchísimo tiempo, que la política monetaria carga muy pesado en nuestro país, ya que no sólo debe encargarse de darle certidumbre a la economía, a través de su objetivo de mantener la estabilidad de precios, sino que, además, ha tenido que “hacerse cargo” de salir en auxilio del Gobierno central cuando ha sido necesario. Esto, por supuesto, es desde hace muchos años.
Si el FMI pide la recapitalización del Banco Central, por algo será. Cumplamos la ley.