La inversión directa extranjera en la economía portuguesa cayó un 44% en el primer trimestre respecto al mismo período del año anterior, hasta 630 millones de euros, y fue representada principalmente por negocios en el mercado inmobiliario.
La cifra fue avanzada este lunes por el Banco de Portugal (BdP), que detalló que, en términos geográficos, destacó la inversión de los residentes en países europeos (350 millones), seguidos de los asiáticos (189 millones).
A finales de marzo, España era el país de residencia de los “inversores finales” con mayores inversiones directas en Portugal, donde también destacaron los franceses, los británicos y los chinos.
Por otro lado, las transacciones de inversión portuguesa en el extranjero entre enero y marzo alcanzaron los 1,500 millones de euros, sobre todo por empresas de los sectores de electricidad, gas y agua y de servicios.
La gran mayoría de esa inversión fue realizada en otros países europeos.