Muchas veces puede existir la percepción de que existe una versión “correcta y única” de un proceso de transición energética que todos los países deben cumplir. Pero para los países del mundo, especialmente los de economías en vías de desarrollo, incluida República Dominicana, no existe una solución única. En nuestro país, incluso, el desafío implica lidiar con otras realidades.
Por lo tanto, para algunos países la “transición energética” significa avanzar hacia una matriz energética basada en renovables. Pero para otros, es garantizar que sus comunidades tengan acceso a energía limpia y asequible.
Ahora bien, sin duda hay un desafío común para todos los países en vías de desarrollo en el mundo y puntualmente en el nuestro: el desafío financiero impuesto por la transición energética debido a los costes que trae como consecuencia y por ende, a su vez, diferentes pruebas para nuestras diferentes economías y el que cada uno enfrentará a su manera.
Aquí podemos aplicar la máxima del profesor Milton Friedman hace más de 60 años “there is no free lunch” en la economía. “La transición es un conjunto de herramientas para que las empresas y los países elijan piezas; pero no todos podemos enfrentarlo de la misma manera”.
No hay dudas de que los países en vías de desarrollo tienen un desafío mayor que las economías desarrolladas en lo que respecta al camino por recorrer para la transición energética.
Actualmente, casi sin excepción, en muchos de los países del hemisferio sur están basando su transición energética en cuatro pilares principales:
- Equilibrar impactos ambientales,
- Desarrollo social y económico,
- Seguridad energética, y
- Mantener la competitividad del país
Cuando pensamos en la transición, cada país piensa en diferentes recursos y necesidades y en la mejor manera de solventarlo. Pero sin duda, como es consabido, y he mencionado en artículos anteriores, sin transmisión eléctrica no habrá la necesaria transición energética.
Veamos dos ejemplos de éxito en este proceso:
1. España
Recientemente este país alcanzó e hizo realidad el sueño 100% renovable, esta vez durante nueve horas.
La generación eléctrica peninsular con sol, viento y agua fue mayor que la demanda entre las 10:00 de la mañana y las 7:00 de la tarde del martes pasado, un patrón que de seguro se repetirá cada vez más en el futuro.
El sistema eléctrico español degustó el martes un dulce aperitivo del banquete renovable, nueve horas en las que la generación verde fue más que suficiente para cubrir el 100% de la demanda peninsular española, un hito que ya tenía precedentes en momentos puntuales, pero no en un lapso tan largo.
Por supuesto esto se logra con un sistema fuerte, que España ha conseguido en los últimos 20 años. Un logro respaldado por Red Eléctrica de España (REE), la versión allá de nuestra Empresa de Transmisión Eléctrica Dominicana (ETED).
2. California
California es quizás el mejor y más real ejemplo de transición energética, con una larga historia de prueba y error desde hace más de 20 años cuando como política de estado empezaron este camino, llegando hoy día a lo más preciado para mantenerla, la concientización de su gente y usuarios finales del servicio de energía eléctrica.
Por su PIB, California se considerara como una nación independiente, y no como parte de Estados Unidos, constituirá la quinta economía del mundo. Y siguiendo su plan de descarbonización de su parque de generación eléctrica, la misma es servida completamente con energía en base a fuentes renovables durante todas las horas diurnas.
¿Qué podemos hacer en República Dominicana?
Sin los fondos de la Comunidad Europea como respaldo en caso de ser necesario, como para el caso español, ni el músculo financiero de la economía norteamericana, para el caso de California y sus ciudadanos. Y sobre todo, en nuestro caso, con las tres más importantes empresas de distribución de electricidad nacionales (Edenorte, Edesur y EdeEste) con unas pérdidas totales promedio entre de casi un 35%.
Consideramos que, ante la alta integración de proyectos energéticos en base a fuentes renovables de energía, el cuello de botella de nuestra red de transmisión o transporte y los años que aún faltan para que los importantes proyectos de ciclo combinado en base a gas natural licuado (GNL) ya licitados entren en operación para aliviar la calidad del servicio eléctrico vía la aportación de potencia firme al sistema y ayudar a la regulación de frecuencia en nuestras redes, es poco lo que se puede avanzar.
Se debe empezar el fondeo de nuevas líneas de transmisión y un programa de mejores prácticas para la planificación a largo plazo del sistema de transporte eléctrico en alta tensión con varios puntos ineludibles en nuestra opinión como, Evaluación y Mitigación del Riesgo del Cambio Climático.
- Los riesgos en la disponibilidad y confiabilidad del sistema eléctrico de potencia (SEP) debido a los eventos climáticos extremos nos desafían a innovar, utilizando las mejores prácticas de planificación para evaluar, responderlos y mitigarlos.
- Los crecientes fenómenos meteorológicos plantean amenazas continuas para la operación de nuestro sistema de energía, que posee una infraestructura eléctrica envejecida. El cambio climático y la alta penetración de proyectos de energía renovables, más la evolución de los recursos también están haciendo que las tareas habituales de operación y mantenimiento (O&M) sean más desafiantes.
- Tenemos que repensar la red en forma integral definiendo los nuevos niveles de tensión, las capacidades a futuro y la tecnología de transmisión a implementar -de continua o de alterna-.
- Tampoco podremos resolver el desarrollo verde del lado de la oferta sin contar con una columna vertebral en ultra alta tensión y en corriente continua «HVDC» que duplique la actual capacidad de transmisión del Sistema de Interconexión Eléctrica en alta tensión.
- Tenemos que construir nodos fuertes, mediante estaciones transformadoras colectoras y concentradores (hubs) con líneas en extra alta tensión donde confluyen las actuales redes de menor tensión, las que harán de interconexión con la generación renovable de gran capacidad (básicamente parques solares y eólicos).
- Es también importante realizar un trabajo continuo para acelerar la obtención de permisos de paso y la ubicación de dichos nodos concentradores y sus subestaciones eléctricas.
- Para ello, sería necesario pensar en un nuevo enfoque en el proceso de planificación de la transmisión a escala nacional. Desarrollar una visión, una justificación y planes claros y audaces con el objetivo de obtener un sistema eléctrico de potencia que acorde las necesidades actuales y futuras con un horizonte de al menos 40 años.
Conclusión
No se deben encarar o licitar proyectos de generación convencional o renovable sin hacer participar al actor olvidado: la red de transmisión eléctrica.
Como hemos sugerido en otras ocasiones, el Organismo Coordinador del SENI y la ETED junto a Consejo Unificado de las EDE (CUED), se debe conformar un Comité de Administración de un Fondo Fiduciario financiado con inversión vía una de las dos leyes especiales antes mencionadas a las que ETED tiene el derecho a acudir dependiendo del tipo de proyecto para la transmisión o transporte eléctrico y demás organismos especializados, utilizando modernas herramientas que puedan pronosticar con mejor precisión los cambios y comenzar a desarrollar y utilizar mejores procesos, escenarios y herramientas de planificación.