Las situaciones de crisis son inevitables. A lo largo de sus años de operación, toda empresa, sin importar su tamaño o área de especialización, enfrentará turbulencias que podrían amenazar su estabilidad financiera, su reputación o incluso su propia supervivencia. Hoy me gustaría compartir cómo prepararse y enfrentar situaciones de crisis en el mundo de los negocios, protegiendo la reputación y la estabilidad de tu empresa.
La importancia de la preparación
Según un estudio publicado por PwC, el 69% de los líderes empresariales han experimentado al menos una crisis corporativa en los últimos 5 años. Sin embargo, sólo un tercio de ellos cuenta con un plan de respuesta adecuado. La falta de preparación puede ser devastadora: La Harvard Business Review sostiene que el 20% de las empresas que enfrentan una crisis sin un plan de respuesta adecuado, no sobrevive al impacto.
Por tanto, no se trata de “si” su empresa enfrentará una situación de crisis, sino más bien, de “cuándo” y “cómo” la afrontará. La preparación es primordial es por ello que deben tener muy claro que identificar crisis implica analizar amenazas internas y externas, establecer protocolos con un equipo de gestión y roles claros, diseñar planes de respuesta y comunicación, y capacitar a empleados y directivos mediante simulacros y ejercicios.
El arte de enfrentar la crisis
Y sin sonar a pesimismo como empresarios sabemos que en algún momento la profecía se cumple. Cuando la crisis golpee, es crucial actuar de manera rápida y eficiente. La transparencia y empatía son esenciales para comunicarse de forma abierta y honesta con todos los involucrados, mostrando comprensión y responsabilidad en la resolución de la crisis. Es vital monitorear el progreso, compartir información veraz y aprender de cada situación, en el proceso ir identificando áreas de mejora y compartiendo buenas prácticas para prevenir futuras crisis así como mejorar la gestión empresarial.
Existen protagonistas en este juego y son:
Los empleados: Estos deben afrontar una gestión de crisis informándose, siguiendo las directrices, colaborando activamente, comunicándose con sus compañeros y priorizando la seguridad y bienestar de todos. Además, mantener la calma y profesionalidad facilitará la resolución efectiva del problema y la recuperación.
El público: Debe enfrentar una gestión de crisis informándose responsablemente, evitando la propagación de rumores, siendo pacientes y comprensivos con la empresa y empleados en el proceso de resolución y comunicándose constructivamente si tienen inquietudes, fomentando el diálogo abierto y colaborativo para resolver la crisis.
Los directivos deben enfrentar una crisis liderando con eficiencia, teniendo una comunicación clara, orientación basada en protocolos y adaptándose a cambios. Ser empáticos, asumir responsabilidad y asegurar el bienestar del equipo. Finalmente, aprender e implementar mejoras tras superar desafíos y oportunidades es esencial.
Una gestión de crisis exitosa brinda la oportunidad de fortalecer la resiliencia, mejorar la comunicación y la cooperación entre todos los involucrados, y fomentar la adaptabilidad y el crecimiento en el futuro.