Festejar es sinónimo de consumo. Las cifras de la National Retail Federation (NRF) lo confirman: US$9,500 millones es el gasto estimado del 87% de los estadounidenses que celebrarán el 4 de julio. Esto significa US$1,800 millones de diferencia respecto al consumo del 2022 (US$7,700 millones) y un incremento de 26.6% al comparar el 2021 (US$7,500 millones).
¿Es poco o mucho el consumo? De acuerdo con datos de la NRF, el mayor gasto de los gringos durante enero-julio de este año fue para celebrar el Día de las Madres, con US$31,700 millones, seguido de los US$26,000 millones para agasajar a las parejas por San Valentín. En menor cantidad, las festividades de Semana Santa (US$24,000 millones), Día del Padre (US$22,900 millones) y San Patricio (US$6,900 millones).
La fecha patria se celebra desde 1776 cuando el Congreso, conformado por Thomas Jefferson, Benjamín Franklin, Robert R. Livingston y Roger Sherman, adoptó la Declaración de Independencia en Filadelfia y se declaró la separación de las trece colonias del imperio británico.
Cada norteamericano destinará US$93 para festejar la independencia en 2023. Al analizar los años anteriores se evidencia que el consumo per cápita está en ascenso, al pasar de US$68 en 2014 a US$84 en 2022, es decir, US$16 de diferencia.
Los internautas recuerdan a Katy Perry cantando “Firework” en la toma de posesión del presidente estadounidense Joe Biden y su vicepresidente Kamala Harris, y a Miley Cyrus entonando “Party in the USA” en 2009. Las casas son adornadas con banderas y se escucha el himno nacional en las plazas comerciales, se organizan desfiles en los 52 estados y al caer la tarde el horizonte es iluminado por los fuegos artificiales.
El 65% de los consumidores indicaron que celebraran la independencia con un picnic y parrillas, establece la NRF, seguido de 42% que disfrutará de los fuegos artificiales y el 14% se irán de viaje. A este les continúan el 13% que verá el desfile y 7% realizará otras actividades.