El mercado de valores de República Dominicana, compuesto principalmente por renta fija (95%), ha enfrentado múltiples desafíos externos e internos desde 2020 (año de la pandemia) hasta la fecha, que lejos de lejos de afectar drásticamente su crecimiento, han servido de catalizadores para dar mayor visibilidad como instrumento alternativo de financiamiento.
Bajo esa premisa, el gerente de Administración de Cartera de Alpha Inversiones, Daniel Paulino, inició su ponencia “Tendencias del mercado de valores dominicano”, organizado por ese puesto de bolsa. Explicó que el mercado de capitales local atravesó cuatro etapas desafiantes en los últimos cuatro años, desde el covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania hasta la presión inflacionaria, lo cual creó alta volatilidad, pero también oportunidades a los inversores.
“Hemos tenido un período de alta volatilidad desde finales del 2019 hasta la fecha, pero en un mercado en donde el 95% de sus instrumentos son de renta fija no se piensa mucho en este factor, aunque sí se mueve con el día a día a pesar de ofrecer un rendimiento fijo al momento de la compra”, señaló Paulino.
Aclaró que la volatilidad no siempre es mala, sino que también puede ser positiva, debido a que da espacio a obtener ganancia de capital en esos instrumentos, gracias a las fluctuaciones del valor de los activos.
Etapas el mercado local
El también economista detalló que la primera etapa del sector bursátil nacional se ubica entre marzo y diciembre de 2020, en donde las autoridades del Banco Central (BC) implementaron una política monetaria “ultra expansiva”, con bajas tasas de referencia y se otorgan subsidios a los agentes económicos.
Dijo que, en prepandemia, el órgano monetario estaba enfocado en seguir acelerando la economía y ofrecer rendimientos con una baja tasa de referencia, “por lo que ya teníamos un precio que iba por encima del promedio de los activos, pero con la llega del covid-19 hizo que la curva promedio de los títulos soberanos del Ministerio de Hacienda cayera aproximadamente un 40% en cuestión de semanas”.
“El covid-19 llegó de repente, en donde los mercados financieros tuvieron un choque total y la economía global en general. Mientras, que, a nivel local, nosotros (mercado de valores) fuimos los primeros en sufrir porque todo el mundo lo que quería era recuperar su capital y tenerlo lo más seguro que fuera y tuvimos muchos flujos negativos en ese período”, subrayó el gerente de Alpha Inversiones, al indicar que la segunda etapa ocurrió con el rebrote del virus.
En tanto, la tercera etapa, comprendida de enero 2021 hasta noviembre de 2022, estuvo marcada por los efectos de la pandemia, los niveles de inflación en récord históricos, la situación bélica entre los países Orientales, la crisis en la cadena de suministro y crisis energética. Esto provocó que las autoridades del Banco Central implementaran una política monetaria contractiva.
Mientras que la cuarta etapa, explica Paulino surge una subida agresiva de la tasa de referencia pasando de 8.00% en octubre a 8.50% en noviembre de 2022. Esta medida de política monetaria explica Paulino, afectó directamente los activos del mercado de valores. Hasta que en mayo se empieza a ver una luz al final del túnel con la bajada de la tasa de referencia a 8.00% y en menos de un mes vuelve reducirla a 7.75% en junio del presente año. La proyección de expertos es que continúe bajando hasta ubicarse en 6.50% al cierre de 2023.
Puntualizó que algunas de estas situaciones aún son sentidas en el sector bursátil dominicano, “pero en la actualidad nos encontramos en un punto de inflexión con un panorama positivo, gracias a las gestiones proactivas y eficientes de las autoridades monetarias locales, logrando cierta estabilidad en la curva local y en el tipo de cambio”.