El consumo de carne en el mundo está ligado a una serie de factores como la situación geográfica, la disponibilidad de recursos naturales o cuestiones religiosas. En los países de creencia musulmana, por ejemplo, se excluye la carne de animales que hayan muerto por enfermedades o de forma trágica y la carne de cerdo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realizó un estudio sobre el suministro y la disponibilidad de comida en el mundo, con la intención de comprar la situación alimenticia entre países calculando la cantidad de carne que consumen y tienen a su alcance.
El estudio arrojó que la carne de pollo es la más consumida en la mayoría de los países del mundo. En Estados Unidos, Oriente Medio, África, en gran parte del sudeste asiático, así como en Rusia y Australia lideran la lista.
El cerdo es consumido en gran parte de Europa, China y los países continentales del sudeste asiático, mientras que la carne de vaca (res) se destaca en lugares de Asia central, y el norte de África. La carne de cordero y cabra es la más habitual en países como Argelia, Mauritania o Afganistán.
Estados Unidos es el lugar donde más carne de cualquier tipo se consume: 128 kilos por persona al año. Seguido de Australia (115), Argentina (110), España (106) e Israel (104).
En América Latina, la carne más consumida es el pollo, a excepción de Argentina y Brasil, que consumen res. Refiere que en México se come más pollo que cualquier otro tipo de carne.
La secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina registra una producción de res con hueso de 8,624 toneladas en enero-mayo de este año, un 2.6% menos que en igual período de 2022.
En el caso de República Dominicana, para el 2022 el consumo estimado de carne de pollo fue de 8,840,988 quintales, según el Ministerio de Agricultura del país.
Consumo
De acuerdo con la FAO, la producción y el suministro mundial de carne seguirá aumentando un 0.3% anual durante la próxima década, debido a que la demanda aumenta en países como China, Brasil y Estados Unidos. Por ello, se estima que para el 2030 el consumo de este tipo de alimento a nivel mundial aumentará en un 14% respecto al período entre 2018 y 2020, alcanzando los 34.5 kilos por habitante al año.
La carne de pollo seguirá siendo el principal impulsor del crecimiento (17.8%), seguida de la de ovino (15.7%), y el cerdo, con crecimiento estimado del 13%; sin embargo, la organización indica que este crecimiento no será homogéneo.
En los países con ingresos altos se espera una estabilización del consumo per cápita de carne, debido a los cambios en las preferencias de consumo o al envejecimiento de la población. Los de ingresos medios seguirán teniendo un crecimiento de producción insuficiente para la demanda interna potencializando las importaciones.