La economía y el medio ambiente están estrechamente ligados. De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el cambio climático afecta negativamente a las actividades económicas y al empleo. Por ejemplo, los efectos hidrológicos impactan a la agricultura y al turismo. De hecho, los países con costa al mar Caribe están más expuestos a estos riesgos que otras naciones.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la incidencia de los desastres naturales hidrometeorológicos en la cuenca del Caribe han aumenta de 37 eventos en la década de 1970 a 181 en los últimos diez años. Indica que países con bajos ingresos son más vulnerables y están menos preparados para lidiar con las consecuencias de los desastres naturales.
Respecto a República Dominicana, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el sector servicios aportó el 54.9% del producto interno bruto (PIB) en el 2022, seguido por los sectores industria (33.3%) y agropecuario (4.8%). Esto significa que el motor de la economía dominicana son los servicios.
De acuerdo con el informe “Potencial para la transición justa y empleos verdes en República Dominicana”, de la OIT, las actividades económicas producen emisiones de gases de efecto invernadero, y por tanto, contribuyen al cambio climático. El sector energía es el principal emisor con 61.9% y el agrícola es el siguiente con un 12.9%.
El documento señala que estas actividades económicas tienen repercusiones en la calidad del aire al que están expuestos los dominicanos, el cual es de calidad regular, según el Banco Mundial (BM).
Empleo verde
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) define los empleos verdes como los trabajos que contribuyen a preservar o restaurar la calidad medioambiental, en ese sentido un análisis que se desprende del informe arrojan cuatro sectores clave como puntos de partida hacia la transición de esta nueva modalidad de oficio.
El sector agropecuario se identificó como prioritario, ya que ocupa una porción importante del empleo en el país y es un sector con déficit de trabajo decente que presenta retos en cuanto a la informalidad y equidad de género.
Los retos ambientales identificados según la Tercera Comunicación Nacional sobre el Cambio Climático son: el aumento de temperatura media, las sequías e inundaciones. También, el déficit de agua para el riego que a futuro podría generar cambios en los ciclos de cultivo.
El siguiente a tomar en cuenta es el sector energía, debido a que es el responsable de la mayor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero en el país. Por ello, el Gobierno ha pactado compromisos internacionales en la Comunicación de Contribuciones Nacionalmente Determinadas. Estos convenios plantean reestructurar el sector hacia fuentes renovables y eficiencia energética.
El documento establece que se debe reducir la dependencia en la importación de combustibles fósiles para la producción eléctrica, de hecho, el 72% de las fuentes energéticas se obtienen a través de esta vía. Con respecto al trabajo, en el primer semestre de 2022, el 1.8% (68,799) de los ocupados trabajaban en el sector de suministro de electricidad y agua, según el Banco Central de la República Dominicana y portó el 1.4% el PIB.
El sector turismo es un empleador importante y fuente de ingresos de divisas desde el exterior. Fue uno de los sectores más afectados por la crisis del covid-19 cuando se redujo la visita de extranjeros. Sin embargo, el informe asegura que es un generador de contaminación ambiental y el cambio climático supone riesgos, dadas las previsiones del alza del mar en la infraestructura costera.
En cuanto a la energía, el informe puntualiza que el 43% de la demanda de energía comercial viene del sector y el 40% de todos los residuos generados por el turismo, por lo que recomienda una mayor inversión en infraestructura para abordar las problemáticas de los vertederos abiertos.
Bajo este antecedente el Gobierno dominicano se comprometió en 2019 a reducir la contaminación marina y terrestre y minimizar el consumo de recursos en el sector hotelero. También, introducir la gastronomía sostenible y eliminar el uso de materiales plásticos.
Finalmente el sector de gestión integral de residuos es considerado como punto de partida en la agenda hacia la creación de empleos verdes en el país. Con la reciente Ley General de Gestión Integral y Procesamiento de Residuos Sólidos, la OIT vislumbra una oportunidad para valorizar los residuos sólidos y al mismo tiempo avanzar en la agenda de trabajo decente.
La ley reconoce a los recicladores o buzos que se dedican a las actividades de recolección y separación de residuos sólidos urbanos en la calle, centros de acopio y sitios finales de disposición, asimismo los reconoce en su condición de informalidad.