El presidente Luis Abinader anunció en febrero de este año que destinará RD$1,200 millones, a través del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), para la implementación de semáforos inteligentes en todo el Gran Santo Domingo.
Lo que se sabe, por lo que ha informado el Intrant, es que esos dispositivos tendrán la capacidad de tomar fotos a los infractores y que la multa les llegará a sus correos o teléfonos.
Esto está muy bien. Hay que aspirar a ser mejores cada día. Sin embargo, en la sociedad dominicana es necesario superar algunos retos para que esto tenga éxito: base de datos, educación, régimen de consecuencia, seguridad ciudadana (nadie se parará en los semáforos a las 2:00 de la mañana) y la necesaria instrucción de los agentes.
Y surgen otras interrogantes: ¿Qué pasará cuando, el semáforo estando en rojo, los agentes de la Digesett autoricen el paso a los conductores? ¿Serán capaces estos semáforos se entender la realidad diaria e nuestro tráfico?
El programa no será implementado ahora, pero la velocidad de los pasos previos es fundamental.