[dropcap]E[/dropcap]s frecuente escuchar a representantes de determinados sectores económicos del país hacer énfasis en sus aportes en forma de pago de impuestos al fisco. Sin embargo, cuando se hace un ejercicio de observación del origen de los impuestos pagados se tiene que la mayoría son aportes de los consumidores y no de las propias empresas.
Es lo que se denomina como agentes de retención. Incluso, esas empresas muy pocas veces o ninguna informan sobre su aporte al fisco en forma de impuesto sobre la renta (ISR) que sí es un aporte directo al fisco.
Por ejemplo, en el sector de las telecomunicaciones los consumidores cargan con diversos impuestos: un 18% de Impuesto a la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (ITBIS), un 10% de Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) y un 2% para el Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones (FDT).
Entonces, cuando una persona adquiere algún servicio de comunicación, ya sea teléfono celular o residencial, internet o televisión por cable, de su factura mensual aporta al Estado en forma de impuestos un 30%. Las empresas de telecomunicaciones actúan como agentes de retención de esos recursos para luego reportarlos a la autoridad tributaria.
Esos recursos, en el caso de las telecomunicaciones, deberían llegar a por lo menos RD$20,250 millones cada año, de acuerdo con estimaciones oficiales. Pero no se trata de aportes de las empresas de telecomunicación al fisco, sino de aportes directos de los consumidores, de nosotros, de usted y de mí.
Algo similar ocurre con otras empresas como las de la industria de cigarros y cigarrillos, que ofrecen informes sobre su aporte al fisco por más de RD$4,000 millones solamente el año pasado. ¿Anjá? ¿De impuesto sobre la renta? No. De los gravámenes selectivos al consumo, es decir, de los consumidores.
Es así como, el año pasado los consumidores que fuman (yo no estoy en ese grupo) pagaron al fisco RD$4,194.1 millones por concepto de ISC y otros RD$1,118.1 millones por el ITBIS que se le aplica a esos productos. Ni un solo centavo de esos fue aportado por las empresas productoras y comercializadoras de cigarrillos. Todo lo aportó el consumidor que fuma y no debería fumar.
En el renglón de las bebidas alcohólicas ocurre una situación parecida, los bebedores de cerveza le remitieron al Estado RD$11,974.1 millones de ISC y los consumidores de otras bebidas alcohólicas sumaron aportes por RD$4,820.2 millones. Eso sin incluir los RD$7,877.2 millones que la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) ubica como ingreso de ITBIS sobre la elaboración de bebidas en sentido general.
Lo mismo ocurre con otros sectores como el de los combustibles, de donde solamente el año pasado los contribuyentes aportaron en ISC y el AdValorem de 16% un total de RD$44,499.4 millones, los cuales fueron entregados por las empresas que comercializan los hidrocarburos, pero no como contribuyentes al fisco, sino como agentes de retención de las contribuciones directas que hicieron los consumidores.
Visto lo anterior, y sin incluir a otros sectores de la economía con gravámenes selectivos al consumo, se pudiera decir que las empresas de los sectores de telecomunicaciones, bebidas, cigarrillos y combustibles aportan cada año al fisco al menos RD$94,733.1 millones, casi la cuarta parte de los ingresos totales del Estado durante el año pasado.
Sin embargo, no es así. La realidad es que esos cuatro sectores que hemos puesto de ejemplo en este artículo actúan como agentes de retención de los impuestos directos que sobre el consumo de algunos bienes y servicios deben pagar los consumidores, en su mayoría, personas físicas como usted y como yo.
Solamente por concepto de esos cuatro sectores los dominicanos y dominicanas que reciben servicios de telefonía, internet y televisión por cable, que se toman de vez en cuando su cervecita, uno que otro refresquito, algunos tragos de otras bebidas alcohólicas, se fuman su cigarrillo para el estrés y compran combustibles para trasladarse en sus vehículos, le reportaron al Estado, de sus bolsillos, aparte de lo que pagaron por el consumo de los pocos bienes y servicios mencionados, la friolera de RD$94,733.1 millones en 2015.
Este año, anótelo, serán más.