La inflación en Italia volvió a registrar una acusada caída en noviembre, situándose en el 0.7% anual y en niveles cercanos a los de febrero de 2021 (0.6%), informó hoy por el Instituto Nacional de Estadística (Istat) en sus datos definitivos.
El dato revisa a la baja de la estimación tendencial preliminar del 0.8% del Istat, mientras que en noviembre también se registró una disminución de la inflación del 0.5% a nivel mensual.
La subida de los precios consigue así caer por debajo del 1%, tan solo dos meses después de que ese valor fuera más del triple, pues en septiembre se registró un inflación del 5.3%, aunque en octubre ya bajó bruscamente al 1.7%.
“La evolución favorable de los precios de la energía sigue afectando a la tasa de inflación, que en noviembre registraron una fuerte caída cíclica”, explicó el Istat en su comentario.
También resaltó “la evolución de los precios de algunos tipos de servicios (recreativos, culturales, de cuidado personal y de transporte) y la nueva desaceleración de los precios de los alimentos (5.8%), especialmente del componente manufacturado, que frena el crecimiento interanual de los precios de la ‘cesta de la compra’ (5.4%)”.
Por su parte, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los costes de la energía y alimentos frescos por su volatilidad, también continúa desacelerándose y se situó en noviembre en 3.6% (desde 4.2%)
Si se mantiene un contexto estable, le organismo italiano espera que la inflación en todo 2023 se sitúe en el 5.7% para el índice general y el 5.1% para la subyacente.
Además, el índice armonizado de precios de consumo (IPCA) ) disminuye un 0.6% mensual y aumenta un 0.6% interanual, lo que supone una desaceleración adicional desde el 1.8% registrado en octubre (la estimación preliminar era del 0.7%), concluyó el Istat.